Cinco razones por las que Real Madrid ganó (pese a todo) a un correoso Celta

Volvió Modric. El piloto del Real Madrid regresó a la titularidad y con él el juego de los blancos volvió a tener sentido. El croata no solo hizo su partido de cada día, en el que organiza y se multiplica: solo en la primera parte disparó tres veces contra la portería de Sergio Álvarez, una de ellas contra el larguero. Inició la jugada del primer tanto con recuperación cercana al área y pase a Asensio.

Errores atrás. El Celta jugó un partido muy serio en el Santiago Bernabéu, pero tuvo dos graves errores en defensa, precisamente en la salida de balón, que provocaron los dos goles blancos. Sergio Álvarez se mostró nervioso con los pies, y lo prolongó a toda la defensa, que perdió el balón cerca de la portería en el 1-0 y en el 2-1.

Y errores arriba. En ataque, el equipo de Berizzo lo hizo todo bien. Aprovechó la velocidad de Bongonda, Pablo Hernández dio buenos pases entre líneas, Guidetti cayó bien a banda y Orellana fue un absoluto incordio. Todo bien, salvo la falta de ‘punch’ en el ´área. Pocos remates entre los tres palos, pocas ocasiones de peligro reales. Los pases se sucedían con absoluta precisión hasta que se acercaban a las inmediaciones del área. Sin dinamita, estás perdido.

Insistencia de James. Muchos le ven más fuera que dentro del Madrid, y es que el colombiano, que costó 75 millones, es suplente de Marco Asensio y marcha por detrás de Lucas Vázquez o Isco en la rotación. Sin embargo, ante el Celta entró enchufado y su alta presión a la defensa celeste tuvo premio: recuperó un balón cerca del área y cedió el balón a Kroos, que marcó el tanto de la victoria.

Fuera de juego. En un partido atascado, el Madrid logró adelantarse gracias a un gol en una acción muy polémica, con Morata en fuera de juego en el pase de Modric hacia Asensio. Un gol que, de no haber subido al marcador, quién sabe lo que habría ocurrido después.

Nuestra opinión: El Real Madrid sumó su segunda victoria y se colocó como momentáneo líder de LaLiga. Aunque estrelló tres balones en los palos y tuvo en Modric su brújula, los blancos sufrieron más de la cuenta y se llevaron la victoria con un marcador ajustado y anotando a ocho minutos del final. Los de Zidane tienen todavía mucho margen de mejora.