Nunca a un rival como la Real le supo tan poco un empate ante el Barça
PorDavid Orenes
Actualizado 28/11/2016 a las 11:12 GMT+1
El gran partido de la Real Sociedad, el mal partido de Piqué y compañía, la maldición de Anoeta y mucho más provocaron un nuevo pinchazo del Barça en Liga.
Una primera parte nefasta. El Barcelona fue totalmente desarbolado por la Real Sociedad, que presionaba arriba y obligó a la defensa azulgrana a recurrir al pelotazo en múltiples ocasiones. Pero lo peor fue, sin duda, el ataque. Fue, quizá, los peores 45 minutos de la MSN en un partido. Un tiro lejano de Suárez fue su única producción ofensiva. No pisaron el área en los primeros 25’.
Pesadilla en Anoeta. Otro partido más. El Barça no sabe lo que es ganar en feudo donostiarra desde 2007 (0-2). Siete temporadas seguidas en las que no ha conseguido la victoria, ni la merece. Da igual como llegue la Real al partido (la pasada temporada no estaba ni mucho menos a su mejor nivel), porque en casa, ante los azulgranas, es indestructible.
Nunca un empate supo tan poco. Es difícil recordar un partido en el que el Barcelona haya empatado y haya merecido perder, sobre todo contra un rival muy por debajo en presupuesto. La Real fue superior en todas las facetas y solo los palos y el árbitro le privaron de la victoria.
La posesión, clave. El Barcelona jugó también un mal partido porque no supo dominar ninguno de los aspectos de juego. Ni siquiera la posesión, su más fiel aliado desde Guardiola, estuvo a su favor. El dato de Misterchip es increíble: desde 2008 un equipo no tenía más el balón que el Barça y además lograba puntuar. Fue el Real Madrid de Schuster en el famoso pasillo (4-1).
Piqué, tocado. La escena del central azulgrana pidiendo el cambio y poco después avisando de que seguía en el campo fue, cuanto menos, curiosa. Al acabar el encuentro señaló que seguramente estará en el Clásico, pero arriesgó mucho y, de paso, contribuyó en el tanto de Willian José.
Nuestra opinión. El Barcelona firma un nuevo pinchazo y demuestra que las dudas que se han visto en los últimos partidos son palpables. El equipo azulgrana debe mejorar mucho en defensa y lograr superar esa línea de presión que ya todos los rivales utilizan para dejarles edn pañales. En el Clásico es posible que haya media Liga en juego.
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