Deportes populares
Todos los deportes
Mostrar todo
Opinion
Fútbol

Los miércoles de Antonio Sanz: El deterioro de Joao Félix

Antonio Sanz

Publicado 12/05/2021 a las 09:14 GMT+2

No representan más que a su frustración, pero dos seguidores del Atlético, cabreados porque el futbolista portugués no bajó la ventanilla del automóvil a la salida de un entrenamiento, tildaron de mercenario a Joao Félix. Hace tiempo esto era moneda habitual. Hoy, la vuelta a este origen suena muy extraña.

Joao Felix of Atletico Madrid looks on

Fuente de la imagen: Getty Images

Es cuanto menos sorprendente que a quien se fichó como indiscutible estrella del equipo quede relegado a disputar el último tramo del choque donde está en juego el campeonato. Sin embargo, no es el caso de Joao Félix, cuyo rendimiento dista una barbaridad de la primera a la segunda vuelta del torneo. Seis goles y cinco asistencias ligueras (en Champions añadan otros tres tantos) eran sus números en 18 de los 19 primeros partidos, antes de ser una víctima más de la pandemia. En el segundo tramo, sólo ha participado en 10 encuentros y suma un gol, aquél que ‘dedicó’ a Lodi bajo un cabreo supino. Por eso, la suplencia en el Camp Nou ya no generó ni debate entre sus fieles, quienes asumieron sin rechistar un banquillo más.
picture

Resumen Barça-Atlético: Sólo salió contento el Madrid

Estamos, pues, ante el peor momento del delantero desde su aterrizaje en Madrid. En el ocaso del segundo curso, el Atleti tiene un serio problema provocado por la desmedida inversión realizada en el verano de 2019. La crisis del sector no ayuda a tener paciencia. Pero la euforia de entonces ha mutado a un empeoramiento del estado, de la calidad y, por supuesto, del valor del futbolista. Parece otro jugador, bien distinto a quien resultó el elegido para reemplazar a Griezmann. Al francés también le costó. Pero en la caída del segundo telón, tiempo de hacer balance, pocos creen ya en la resurrección de Joao, más bien, la mayoría apuesta por su amortización y venta.
La propiedad rojiblanca pescó en el mercado al diamante en bruto más prometedor del continente. Europa se rifaba al joven luso de entonces 19 años. Su rutilante aparición de una campaña en el Benfica lo convirtió en objeto de deseo. Casi todos los grandes se interesaron por sus prestaciones, pero fue el Atleti quien apostó. Algún pretendiente, especialmente el City de Guardiola, consideró que el plan de venta era precipitado y que el chico era pura mercancía. Desde Manchester se insinuó que lo mejor era continuar un segundo año en Lisboa para crecer, evolucionar y progresar sin la presión añadida que aportaría la etiqueta de un fichaje tan caro. A la gente de Pep no se los escuchó. Los asesores de Joao pensaron en el negocio y arriesgaron. En sus mentes se dibujó otra venta mayor a futuro, convirtiendo al Atleti, otra vez, en un club puente.
picture

Simeone, junto a Joao Félix.

Fuente de la imagen: Getty Images

En mayo de 2021, Joao Félix vive sumido en la resignación de un peligroso estancamiento deportivo. Pocos dudan de sus inmejorables condiciones deportivas, pero el Atleti se le ha hecho cuesta. Algunos cercanos achacan la caída de su rendimiento a la dolencia que lo persigue desde el tobillo. Sea médico, mental o físico, el jugador ha perdido valor y su deterioro es real. En cuanto a su adaptación al ecosistema rojiblanco, por donde podría percutir la resurrección esperada, tampoco anuncia brotes verdes… y si algunos aficionados han terminado por perder la paciencia mal pinta el horizonte. En este año sin seguidores en el graderío del Metropolitano, solo las redes sociales y algún movimiento espontáneo aportan escasa luz a las intenciones de la mayoría de la masa social. Si bien, buena parte de estas corrientes viven con la esperanza de la rehabilitación del portugués.
La clave que no convence a muchos se explica desde la falta de dinámica solidaria que acompaña al luso durante los partidos. Los jugadores del Atleti, cuando se insertan la camiseta por primera vez y así en las sucesivas, son conscientes de que el éxito de la década se ha instaurado bajo un lema colectivo: correr más que el contrario. El lema no se ocultó y no se quedó en una frase hueca. Cuando se escuchó aquello de que el “esfuerzo no se negocia” nadie puede sorprenderse de la relevancia de su contenido. Ejemplos hay, de quienes han debido adaptarse al mandamiento original. Si Griezmann se esforzó, si Arda Turan se sacrificó como un juvenil detrás del balón o del contrario, ¿por qué no lo hace Joao?, se preguntan también en los despachos. Pero es que Joao es otra generación y él entiende el fútbol desde el talento, no desde el esfuerzo.
Desde aquí se construye la distancia entre la estrella y algunos de sus compañeros. O su presencia más habitual, más allá de los problemas físicos, en el banquillo que en las alineaciones iniciales. Parecía que el tiempo podía reconducir o recortar las diferencias. Sin embargo, el paso del calendario ha agrandado una secuencia que ahora genera un dilema: qué hacer con el chico el próximo curso. La dirigencia lo afronta con cautela. Vender ahora a Joao Félix es hacerlo por 80 millones de euros (valor de mercado que otorga a la transacción la web especializada Transfermarkt.com). Desconocemos si esta cantidad convencerá a todos porque algunos en el club se niegan a verlo ya como otro patito feo. Desde luego, si continua de rojiblanco la actitud del chico debe variar de manera radical porque de técnico, eso es seguro, no se va a cambiar.
Únete a Más de 3 millones de usuarios en la app
Mantente al día con las últimas noticias, resultados y deportes en directo
Descargar
Compartir este artículo
Anuncio
Anuncio