Los viernes de Iván Castelló: La Champions con más muestras de amor en la derrota que en la victoria

Y ambos, Barça y Atleti, quedaron perdonados por la fidelidad de sus respectivas hinchadas, que convirtieron el berrinche en exhibición de amor a los colores jaleando a sus equipos una vez acabados sendos partidos para olvidar. Y cuanto antes. Será que el fútbol moderno es una demostración permanente de que el afecto está por encima de lo que ha marcado siempre el devenir del deporte profesional, el resultado. El mayor cariño vino de los fondos, con algunos de los que pintarían muros sin dudar con aquello de jugadores mercenarios si la cosa no se endereza. También el Sevilla se despidió de la Champions (hola Europa League) entre el calor de los suyos tras un 3-0 al Copenhague.

Perdió el Barça. Y dos veces en la misma tarde noche. Primero en Milán, donde ni hubo milagro ni se esperaba dada la superioridad del Inter sobre el tal Viktoria Pilsen, uno de esos convidados de piedra de cada edición en la fiesta del balompié europeo. Tras esa primera debacle, con victoria 4-0 para un Inter ni despeinado, llegó la segunda cuesta abajo en la rodada, muy dolorosa también: el nuevo repaso de la bestia más negra posible para el Barça en lo continental, el Bayern de Múnich.

0-3 al final y esa sensación de impotencia total con cabeza baja y lamiendo las heridas cual tropas napoleónicas volviendo de la campaña rusa vencidas por El General Invierno aka Bayern en versión Barça. Pero el fondo los aclamó e insufló de ánimos. Como en el Nuevo Metropolitano.

Porque a estas no falta el Atleti, un caso único, excepcional, abonado al disfrute de la crueldad, sadomasoquismo deportivo extremo porque suele vivir al filo de la navaja. Que a veces, efectivamente, corta.

El increíble empate 2-2 con el Bayer Leverkusen, después de un penalti fallado con sus rechaces de carambola que ni el Snooker, demostró que algo pasa y va más allá de lo conocido. La parapsicología se queda escasa para su explicación. Fue la negación perfecta del gol, un lo que no puede ser no puede ser y además es imposible de manual certificado. Resumiendo: igualmente tendrá que ganar en Oporto, ahora para entrar en la Europa League.

El resto de la quinta jornada de Champions estableció diferentes estatus para los favoritos al triunfo final en Estambul el próximo 10 de junio de 2023. El campeón, el Madrid, se dejó llevar en Leipzig (derrota por 3-2) mientras que el Paris SG asustó (7-2 al Maccabi Haifa) con el estado de forma de un Messi rejuvenecido ahora que se acerca el Mundial de Qatar, su último baile.

Además, el Bayern ya vimos cómo se paseó por el sitio de su recreo que es el Camp Nou y el Manchester City empató sin problemas en Dortmund hasta quitando Guardiola a Haaland al descanso. La Europa de la primera velocidad.