Los jueves de Luis Villarejo: Haaland y la comisión parental

Uno se pregunta qué haría Bernabéu hoy en día si le dijeran que el Manchester City pagará al padre de Haaland, Alf-Inge, 30 millones de euros de comisión, sólo por existir. No por intervenir en el trato, sino por haber traído a este mundo al gigante noruego.

Estos 30 millones no tienen nada que ver con los otros 50 millones que se lleva la agencia de representación, que dirigía Mino Raiola, y que ahora conduce la abogada Rafaela Pimenta. Ese dinero es lo que gira en el entorno, sin entrar en la operación (75+10) para el Dortmund y 40 millones de salario brutos en cinco años para el artista, datos que publicaba Juan Castro en Marca esta semana. Total de la fiesta: 350 millones de euros.

Bienvenidos al último impuesto revolucionario en los fichajes: la tasa parental. Fidelizar a los padres es la última moda en los traspasos. El PSG quiere apuntarse también a este lío con Mbappé y anda metiendo el palo en la rueda al Real Madrid atacando ese flanco débil. Todo hijo quiere lo mejor para sus padres. Es lógico. Pero con este rumbo torticero, el fútbol irá a la deriva.

Menos mal que la FIFA ha entrado a saco en esta espiral nociva, donde comisionistas sin escrúpulos ponen a los ejecutivos de los clubes con el agua al cuello. El caso Haaland será el último gran caso, de lo que podría llamarse a partir de ahora la 'tasa Raiola', en memoria del agente italiano.

La FIFA acabará a partir del mes de julio con este despelote. Entretanto, en el mes de junio, antes de sonar la campana que acabará con este caos, se van a producir los dos últimos leñazos, con cifras astronómicas que van a facturar padres y agentes de tipos famosos como Haaland y Mbappé.

A partir de este verano, FIFA pondrá orden y límite en las comisiones. Un 3 por ciento sobre el salario bruto del jugador cuando el agente actúe en representación del jugador o del club adquirente; y un 10 por ciento sobre el importe del traspaso si el intermediario en nombre del club vendedor. Esas serán las normas.

Orden en el mercado. Es el objetivo de FIFA que ha elaborado un reglamento oportuno bajo la dirección del prestigioso jurista Emilio García Silvero. La FIFA debe proteger el fútbol solidario. Y el caso Haaland pasará a la historia. Los clubes formadores de Haaland -el Bryne y el Molde- cobrarían el 5 por ciento del valor de la transferencia por derechos de formación. Unos 3,5 millones de euros a repartir. Clubes que invirtieron tiempo, afecto, entrenadores, RRHH. En cambio, el pastel se lo lleva la factoría Raiola -50 millones- y el padre del futbolista -30 millones-. Cifras que remueven las conciencias y se alejan del profesionalismo para rozar la inmoralidad.

Mientras se sazonan los dos grandes fichajes del año, es la hora de poner de relieve el trabajo de estrategias y políticas de trabajo en los clubes. Comenzando por el riesgo de fichar talento juvenil como el Real Madrid, que ha visto revalorizar este año a futbolistas como Valverde, Vinicius, Rodrigo y Camavinga. Y ver también la gestión modélica de Antonio Cordón en la dirección deportiva del Real Betis, dando a Pellegrini un plantel casi a coste cero, que ha levantado una Copa del Rey y lucha por entrar en la Liga de Campeones.

Los clubes, con sus deberes hechos en su mayoría, afinan sus retos y mueven ficha. El Real Club Celta innova apelando al outsourcing y contratando una asesoría externa en la dirección deportiva con Luis Campos. Y en general, la Premier League seguirá siendo el gran vivero económico del FC Barcelona. Coutinho abrió el camino con el Aston Villa y De Jong podría ser el siguiente en el Manchester United.

Y los banquillos van a moverse. Fabio Cannavaro maneja su regreso a España.