¿Lo sabías? La salvaje patada que puede marcar el fichaje de Haaland por el Manchester United

El futuro de Erling Haaland parece abocado al mejor postor. Es decir, al club europeo que colme las aspiraciones económicas del propio jugador y del llamado ‘Team Haaland’, que está formado por su padre, Alf-Inge, y el célebre representante Mino Raiola.

La subasta permanente por el todavía jugador del Borussia Dortmund ha escrito un nuevo capítulo por el interés, parece que real, del Manchester United. Además de un salario millonario, el porvenir del prometedor delantero noruego también debe o debería estar aparejado a un proyecto deportivo que ilusione. En estos momentos esa ilusión no parece estar instalada en Old Trafford, pero el reciente fichaje del técnico Ralf Rangnick -su descubridor y el entrenador que apostó por él en la Bundesliga- han disparado los rumores de que los diablos rojos andan tras él y van ahora mismo un paso por delante de otros competidores como el Real Madrid.

Más allá de conjeturas y rumores, la decisión de Erling depende del jugador y especialmente de ese tándem que forman su padre y su agente. Para descifrar qué piensa y cómo actúa ese ‘Team Haaland’, es mejor acudir a la redacción de Eurosport en Noruega: “Alfie y Erling siempre han tenido una buena relación y su padre ha sido su asesor desde que era un niño. Busca sus consejos y siempre ha tenido una gran influencia en él. Pero más tarde Raiola entró como agente y empezaron a trabajar juntos”.

En ese asesoramiento de padre a hijo, Alfie recordará cómo el Manchester United y concretamente su capitán Roy Keane marcaron su pasado. Concretamente truncando su presente como jugador el 21 de abril de 2001, cuando Keane lesionó de gravedad y con mucha alevosía a Haaland padre, cobrándose una venganza personal de cuatro años antes.

Esta historia comenzó el 27 de septiembre de 1997. Roy Keane cayó lesionado de gravedad en una acción, puede decirse que fue fortuita, con el defensa central noruego. Alf Inge Haaland se acercó al irlandés y le dijo que se levantara, con gestos de ‘piscinazo’ sin haber reparado en que su rival estaba realmente dolido en el suelo.

Cuatro años después y ya con Haaland padre como jugador del Manchester City, cuando los citizen eran un equipo modesto en la Premier y jugándose el descenso en un derbi local en Old Trafford con el United ya campeón, Roy Keane no lo dudó y fue a por él. Entradón, el defensa noruego en el suelo y varios segundos de silencio en la grada tras esa salvaje acción.

Alfie siguió jugando tras aquella acción: pero solo dos partidos más con una operación de rodilla incluida. Nunca fue capaz de levantarse de aquella patada de Roy Keane y se retiró del fútbol, tal vez, demasiado pronto. Atrás dejó una carrera notable en la Premier League, mucho menos de la que le espera a su hijo en el United o donde el dinero decida que va a jugar Erling.

Este capítulo en la vida del padre de Haaland está bien traído en estos momentos en el que el Manchester United, a día de hoy, parece el mejor postor para hacerse con él. Será un buen momento para ver si Alfie sigue guardando cierto rencor a Keane por haber roto sus sueños de futbolista o, si por el contrario, lo que pasó aquella tarde entre ambos se quedó en el césped de Old Trafford.

Paradójicamente, Roy Keane es hoy en día un influyente analista en televisión y ya pidió el fichaje de Erling Haaland el pasado mes de abril, señalando que era la mejor opción para construir un equipo en torno a él por su juventud, en lugar de un Harry Kane más veterano y que por aquella fecha también era pretendido por el United.

Cuando Erling Haaland y su equipo -su padre y Mino Raiola, no el Dortumund- decidan donde van, el morbo estará servido si finalmente se convierte en jugador del Manchester United y en algún momento su padre se reencuentra con Roy Keane. Si esto sucediera, sería la segunda foto más buscada el día de su presentación. O tal vez la primera.