Alemania, un gigante que no siempre gana

Dijo Gary Lineker que “el fútbol es once contra once y siempre ganan los alemanes”. El nuevo pase a una gran final de la selección germana vuelve a poner de manifiesto el valor de esta sentencia, pero conviene revisar lo que dijo el mítico futbolista inglés respecto a una selección que ha demostrado ser la más regular de la historia pero no así la que más títulos ha coleccionado.

Desde que la selección dirigida por Franz Beckenbauer ganara a Argentina en la final de Italia’ 90, Alemania casi siempre ha estado presente en finales y semifinales de Eurocopas y Copas del Mundo, pero lo cierto que es que sólo ha ganado un título: La Euro de 1996 al ganar la final a una sorprendente República Checa en Wembley, gracias al gol de oro de Oliver Bierhoff.

Finales jugadas, sí, pero perdidas casi siempre. De hecho, la teutona es la selección que más mundiales ha perdido en el último partido (Inglaterra 66, España 82, México 86 y Japón-Corea 2002).

La generación de futbolistas que dirige Joachim Löw todavía no ha sido capaz de levantar ningún gran trofeo al haber perdido contra España la final de la Eurocopa de 2008. Desde entonces, el equipo renovado que asombró hasta las semifinales de Sudáfrica 2010, donde cayó ante España gracias al gol de Carles Puyol y que partía como clara favorita en la última Eurocopa y se llevó una sonada derrota (2-0) ante la Italia de Cesare Prandelli.

Regularidad, sí. Alemania tiene toda la del mundo en las grandes competiciones a lo largo de su historia, así como tres estrellas de campeón del mundo sobre su escudo y tres copas de Europa de naciones. Pero en los últimos tiempos ha perdido mucho más de lo que ha ganado.