Mundial Qatar 2022 | Los martes de Elías Israel: El inalcanzable escalón de Brasil

Si se trata de hablar de fútbol, las dos primeras jornadas de los principales candidatos ya han dejado las cartas boca arriba. La Argentina de Messi y, sobre todo, Alemania viven en un alambre que no les corresponde por potencial e historia, pero que se han buscado cayendo en la trampa de la siempre impostora primera jornada, donde gestionar las expectativas y las teóricas superioridades no es tan sencillo.

Bélgica, con su generación dorada venida a menos, con todas las opciones abiertas, vive una guerra civil. Hasta los más brillantes en el campo como De Bruyne se convierten en auténticos pirómanos, hablando de que su época ya pasó y que los jóvenes no son igual de buenos. Los bandos en un vestuario se despedazan ante el primer contratiempo y Roberto Martínez no alcanza a achicar más agua con la pésima gestión de la derrota.

En Uruguay, también en el filo de la navaja, las escopetas de Cavani y Josema Giménez ya disparan a Diego Alonso por salir a no perder. La criba puede ser sonada.

Por lo visto hasta ahora, Brasil está en un escalón superior. Más allá de los clichés del ‘Jogo Bonito’, su mezcla de talento, oficio y saber competir le convierten en el máximo favorito. Por supuesto, que en un cruce puede haber un accidente, pero ni la lesión de Neymar resta potencial donde los recursos técnicos siempre fueron ilimitados y ahora los físicos no le van a la zaga. Es un grupo sin fisuras, tienen claro el peso de sus cinco estrellas, pero no lo convierten en una losa como Argentina, sino en un anhelo común.

Francia se agarra a Mbappé, el jugador más diferencial del campeonato, para intentar repetir título, pero el trazo de su equipo no es el mismo. Su centro del campo está a años luz del que fue campeón del mundo.

Cuidado con Portugal, que tiene un plantel de gran talento y que no necesita a Cristiano para brillar.

Puede ser que, en un Mundial, con apenas siete días de preparación, los equipos vayan a más. Los que no se queden en el camino, claro está. A España le vino bien el empate ante Alemania para no disparar las expectativas. Sí frente a Costa Rica se vio una apisonadora, contra los germanos aparecieron algunas luces y sombras de lo que somos. Un equipo vistoso, competitivo a alto nivel durante 70 minutos, pero con lagunas en área propia y a balón parado. No soy partidario de soñar demasiado fuerte y ojalá nos llevemos la sorpresa.