La opinión de Iván Castelló: Luis Enrique, de 'streamer' a 'dreamer' con puro fútbol

Tres goles en el primer tiempo como tres soles, que se decía antes de Twitch, arrancaron con brío una exhibición que aúpa al equipo nacional al primer puesto del Grupo E tras la jornada inaugural. De Costa Rica no quedó ni el nombre tras el 7-0 y Keylor Navas de portero.

La Selección de Luis Fernando Suárez nada más que asistió como convidado a la pedrada que se llevó. Fueron siete pero la cosa pudo ser de un récord mayor. Los que quisiera España. Esa fue la sensación mientras caían los goles.

Luis Enrique, que de ‘streamer’ ha pasado a ‘dreamer’, agitó el once previsto de la Selección, pero las revoluciones no anunciadas también se demuestran asaltando. Y no estuvo mal, nada mal, la toma de la Bastilla rival, la Costa Rica todavía de Keylor, uno de sus múltiples problemas.

Con Rodri como central junto a Laporte (sin Eric García, todo un alivio), y sin un nueve puro como Morata en el ataque, España conquistó el partido desde el deseo. El de tener la pelota y transitar sin prisa y con calma hacia el área rival. Y ahí decidió la calidad del centro del campo azulgrana, el nuevo triangulo Gavi-Busquets-Pedri sucesor del inolvidable Xavi-Busquets-niesta.

Ferran Torres, Marco Asensio y Dani Olmo, los puñales más afilados en la estratagema de Luis Enrique, jugaron por encima de sus posibilidades y triunfaron de pleno. Con goles y, lo que igual fue más importante, sin balón, al espacio, para marear a tanto costarricense. Hasta Jordi Alba pareció otro, dueño y señor de la izquierda gracias a un ritmo recuperado y explosivo con la firma de fábrica Lucho y asociados.

La primera ocasión, de Dani Olmo; la segunda, de Asensio; y a la tercera, el 1-0 (11’), del jugador del Leipzig a pase de Gavi, el niño mago de la Selección. Luego la rompió Asensio a los 21 para el 2-0 (a pase de Jordi más alba que atardecer) y el penalti posterior dejó la cosa lista en media hora y unos segundos (31’). Lo transformó Ferran Torres con estilo y confianza, la que tiene de jugar bajo las órdenes del ‘suegro’.

En la segunda parte, el cuarto del ‘yernísimo’ Ferran fue la confirmación que de sueño nada, sino puro fútbol. El de España. Llegó el quinto, insuperable remate de Gavi a pase de un activo Morata quien, en cambio, tardó hasta encontrar el gol, el séptimo. Por en medio, el 6-0 de Carlos Soler. El caso es que a viejos problemas, nuevas soluciones. Para eso está Luis Enrique. Y ahora a eliminar a Alemania. Parece posible.