Mundial de Qatar 2022 | Los miércoles de Antonio Sanz: El resurgir del Griezmann

No arrancó bien el curso balompédico 22/23 para el adiestrado jugador francés. Demasiado ruido a su alrededor tras una mala temporada y un más que discutido futuro. La doble cesión, tras el frustrante camino por Barcelona, lo colocaba en una extraña situación. Esto unido a las opciones que se abrían al Atleti con el ofrecimiento de Cristiano Ronaldo lo ubicaba en una clara invitación a cambiar de aires. Con el ‘fair play’ financiero al límite, no cabían todos y el señalado para abandonar era él. Sin embargo, Griezmann dejó claro, a quien le quiso escuchar, que no se movería del Metropolitano. Era consciente de que restaban unos meses para Catar y que no era el momento de andar con mudanzas. Le salvó que la afición despreció el intento de aproximación del divo portugués y que a la dirigencia, ni le cuadraban las cuentas, ni deseaba empezar una guerra civil con la masa social. El ganador de este sinuoso trayecto estival no fue otro que Griezmann, si bien pagando el peaje del chantaje al Barça: no jugaría más de treinta minutos en cada partido hasta nueva orden. Esa decisión ponía a prueba su fortaleza mental. Una vez más, también salió airoso de este encuentro.

La Federación Francesa de Fútbol alabó el registro de Griezmann: ha superado a Thierry Henry y Zinedine Zidane, ahí es nada, como el jugador que ha repartido más pases de gol (27) en la selección ‘bleu’, desde que se contabiliza esta estadística. Antoine necesitó 114 choques, nueve menos que Henry y seis más que Zidane. La generosidad del jugador rojiblanco no le ha evitado continuar peleando con Giroud para disputar el honor de ser el máximo goleador francés de la historia. La tarea no es sencilla ya que el ‘9’ del AC Milan destaca con una distancia de once tantos tras superar en Catar los 51 que contaba el registro de Henry. El futbolista del Atlético de Madrid acumula 42, uno más que el mítico Platini, y habita lejos de esa cifra de 53. No obstante, entre goles y pases de gol, Griezmann sí se encuentra entre los mejores de la historia futbolística de Francia, además de redondear un torneo que está convenciendo hasta a los más críticos. Ha conseguido que Didier Deschamps arrincone el medio campo tan físico de Rusia’18, para replicar la idea de demarcación que Simeone se inventó para su jugador.

Recostado sobre la sombra de Mbappé en la Selección y de Joao Félix en el club, ninguno de los dos técnicos desaprovecha la desinteresada solidaridad y el esfuerzo ímprobo que muestra Griezmann. La inteligencia que demuestra sobre el terreno de juego le permite ser algo más que un cazador de goles. La lectura que hace en cada momento le convierte en el líder que cada entrenador desea contar sobre la hierba. No importa que en Francia discuta el papel de liderazgo al compatriota que rechazó al mejor club del siglo o en el Atleti termine por ser ejemplo para un viciado portugués, cuyas puertas ya se han abierto para abandonar la entidad tras su distanciamiento definitivo con el míster. La realidad es que Griezmann sale victorioso en ambas disputas, que, por cierto, no son las suyas. Sólo el deseo de probarse jugando en la compañía de Messi lo terminó cegando para emprender, un año tarde, una etapa que de apariencia triunfal se quedó en sencillamente decorosa. La liberación conseguida, tras el acuerdo final alcanzado entre los dos entidades durante este otoño, lo ha reconfortado, lo ha vuelto a ilusionar, lo ha enderezado en la nueva demarcación futbolística y lo ha colocado en un resurgir que ha terminado por reanimar su figura física y moralmente.

Griezmann encara, como hace más de cuatro años, la recta final de un Mundial donde sin hacer un solo gol ha cosechado un reconocimiento popular intenso. Es un líder silencioso, un espíritu libre que se siente dichoso tras acumular un tiempo de desconcierto. Simeone le aguarda con los brazos abiertos, como Deschamps sonreía gustoso cuando observaba el regulador de minutos que su colega empleaba con aquel presente. Hoy los dos se muestran satisfechos con esta vuelta al origen. Uno debe superar a Marruecos, el equipo más ‘cholista’ del torneo, y el otro disfruta con su Argentina consciente de que tras la salida de Messi podría ser la próxima estación. A todo esto, la mejor noticia para el Atleti es que Griezmann ha resurgido.

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