Necesitamos campeones para recuperar la rutina

La UEFA ha pospuesto la Eurocopa hasta verano de 2021. Es una medida esperada, por lógica, y una medida adecuada, por coherente. Vivimos días complicados en los que el principal enemigo es la incertidumbre. No hemos vivido nunca esta situación, no tenemos un manual de actuación ni sabemos cuánto durará. Y esto último es lo más inquietante. Estamos fuera de nuestra zona de confort y no todos lo llevamos con la misma naturalidad.

Nos enfrentamos a este complicado escenario desde dos posiciones. Algunos lo afrontan desde una visión más apocalíptica del asunto con la pandemia convirtiendo las calles en un episodio de Walking Dead o una Mad Max. La otra opción es asumir las cosas con sentido común, muy necesario en estos tiempos.

La UEFA ha elegido la segunda. Ha retirado la Eurocopa liberando el dique que formaba eb el calendario entre el 12 de junio y el 12 de julio. Eso permite a las ligas y a la Champions (y Europa League) ganar tiempo y, de paso, relajar el ambiente de alarma que reina en los clubes, que tienen que asumir obligaciones salariales ingentes. Ademá, este verano de 2020 íbamos a ser testigos de una Eurocopa multinacional en la que se esperaba un cuantioso tráfico de personas cruzando fronteras indiscriminadamente. Algo impensable en el actual escenario en el que nos manejamos.

La buena noticia es que este estado de alarma va a pasar y volveremos a la normalidad. La decisión de la UEFA permite afirmar que en esta primavera volverá el fútbol y que antes de verano tendremos campeones de Liga y de Champions. Y ese es el mejor síntoma de que recuperaremos la rutina. La mejor forma de volver a nuestra zona de confort. Y también significa que el verano que viene, cuando el coronavirus sea pasado, recuperaremos la ilusión por ser campeones de la Eurocopa. La decisión rescata, por tanto, todas las competiciones y nos ofrece algo de normalidad. Otra cosa la pelea por la pasta que librarán ahora, pero en eso hace mucho que el fútbol dejó de ser un deporte para convertirse en un business, aparcando el sentido común. ¡Ánimo y paciencia!