Opinión | Los miércoles de Antonio Sanz: Luis Suárez o quién es el atrevido que no lo renueva

La propiedad rojiblanca lo tuvo claro y así lo expresó públicamente en el documental ‘Otra forma de entender la vida’. El máximo accionista, piedra angular de la institución desde hace casi treinta años, husmeó en la proximidad de Luis Suárez para conocer de primera mano las opciones reales con que contaba el Atleti de Simeone para ficharlo. Hacía algún día que había recibido el chivatazo de que el Barça daría la baja a su goleador y solo plantearse esa posibilidad lo mantenía inquieto. Raudo, comunicó con el jugador y comenzó a diseñar la operación en una copia de lo que había sucedido siete años cuando convenció a David Villa para realizar el mismo trasvase. El club contaba con la seguridad de que un sí del sudamericano aportaría a la plantilla un salto de jerarquía, personalidad, talento y gol, y que su inclusión definitiva otorgaría un punto de ayuda a muchos compañeros porque contagiaría el hambre de ganador que lleva dentro.

Suárez firmó por el Atlético con las ganas de demostrar al Barça, y especialmente a aquellos dirigentes que prescindían de él, el error que estaban cometiendo. Las ganas de revelarse ante lo que ocurría, Luis no terminaba de entender el fondo pero menos aún las formas del despido, lo colocaban en una situación especial con más ganas e ilusión en su interior. Simeone puso el lazo y terminó de envolver el regalo para la afición atlética. En poco menos de un año, el Atleti devolvía el golpe de Griezmann porque entre la afición nadie dudaba de que el uruguayo sería vital en la suerte máxima del fútbol: el gol. Tras el primer curso, 21 tantos y campeones de Liga. En este segundo curso, suma siete más que desembocan en 28 dianas en los primeros 50 partidos oficiales. El As recoge que iguala la capacidad anotadora de lo ocurrido en Barcelona, superando los registros del Ajax (logró 25) y Liverpool (anotó 20). Si pensamos que han pasado catorce años de su debut en Amsterdam, once en Anfield o siete en el Camp Nou, comprobamos que la voracidad del uruguayo no se toma descanso.

El espíritu de revancha de Suárez sigue presente como demostró con la mímica realizada tras anotar al Barça. El gesto de telefonear al celebrar el gol, por esta vía le comunicó Koeman que no contaba con él, dejó claro que el delantero ni perdona ni olvida. Por eso, mal haría el Atleti en dilatar una decisión que parece justa: plantear la renovación de un año más. La información de Marca que relacionaba a esperar con la ampliación del vínculo se sostiene para la entidad desde la óptica de la edad. Ya se sabe que Simeone tomó la decisión, aceptada por la propiedad, de proponer renovar a los mayores 30 años de curso en curso. Así los vivieron Torres, Juanfran, Godín o Filipe Luis. Todos terminaron saliendo y todos evitaron retirarse en el Atleti. Se supone que con Suárez funcionará la misma determinación, pero ya se ha escuchado que el uruguayo se plantea otros escenarios, tal y como hicieron los precedentes expuestos. Más allá de los 35 años con que acabe la temporada, el ansia de gol que siempre presenta y lo que contagia al resto es para concederle, al menos, una campaña más… salvo que físicamente su cuerpo diga basta.

Pero, ¿qué pasaría si el delantero centro no tiene paciencia para aguantar o bien opta por no esperar a la propuesta del club? Pues que la entidad se vería inmersa en busca de soluciones alternativas y costosas. La realidad es que Suárez se deja querer en el mercado. En declaraciones a la ESPN, alude a su condición física que le podría restar continuidad en Madrid. Por eso, deja abiertas las puertas de Estados Unidos o Asia “donde pueda seguir disfrutando del fútbol sin la presión que se siente en Sudamérica o en Europa”. Sin embargo, Luis prende un matiz y habla de disfrutar con 37 años. Es decir, que su idea se mantiene firme: jugar un año más al máximo nivel. Y qué lugar mejor que el Atleti donde se siente querido y respetado por la gente y por la entidad.

Por el momento, el club no se ha pronunciado públicamente respecto a la continuidad de Suárez, si bien, la última palabra la tendrá Simeone. Más allá del carnet de identidad del delantero centro, el rendimiento y cómo acepte las decisiones del entrenador cuando éste no cuente con él serán determinantes para que el técnico levante o baje el pulgar.

El comportamiento de Suárez será clave para aprobar su continuidad. En este momento, la competencia es atroz en el ataque rojiblanco. La apuesta por Griezmann ha unido otro atacante de campanillas, a los que suman Joao Félix, Correa y Cunha, otra opción de futuro. Con este repóquer de delanteros, las rotaciones son constantes y alguno puede mostrar su peor cara al verse relegado. Lo que no quieren en el ático rojiblanco es otro caso Diego Costa, que la suplencia sea mal digerida. Por tanto, si el Cholo no pierde el pulso con Luis y éste admite que cada partido no es el último y que por físico debe rotar no hay motivos para alargar la espera a un ‘9’ que marcará goles en las pachangas el día de mañana hasta jugando en aquellos idílicos partidos de solteros contra casados.