Opinión | Los lunes de David Sánchez: "Luis Enriquismo" como forma de entender la vida

La selección vuelve a ilusionar. España sabe a lo que juega, y vuelve a tener identidad propia. Luis Enrique vuelve a sacar petróleo de un equipo que es joven, inexperto y con menos calidad y talento, que Francia o Italia. Es un equipo muy trabajado, presiona, aprieta, recupera y cree en la idea de fútbol que les transmite el entrenador. Francia fue un juguete en manos de España. Solo mereció ganar una elección, y fue España, el equipo de todos...o de casi todos para ser exactos.

El crédito de Lucho. Se supone que lo de ayer debería servir para que los antiselección (madridistas extremos que no soportan ver a la "Roja" sin representación blanca) le dejen trabajar tranquilo pensando en el Mundial de Qatar. Hoy, hemos despertado con muchos y merecidos elogios al técnico asturiano, elogios que desaparecerán justo el día en el que Lucho vuelva a dar una convocatoria y se "fume" a los madridistas. Sería mejor convocar a uno, aunque fuese Chendo, con tal de no escuchar a los cansinos madridistas llorar la no convocatoria de los Nacho, Asensio & Cia.

Cambio de opinión. Pues el buen papel de España nos ha servido para ver lo veleta que puede llegar a ser gran parte de este país para no quedar retratado. Gavi ha dejado de ser una "provocación", Eric García ya no es un capricho del seleccionador, ya no hace falta llevar 100 partidos en primera división para ser convocado, se puede jugar al tiki taka sin tener a Xavi o Iniesta en el equipo, y se puede jugar al fútbol sin madridistas en las convocatorias. De todo esto nos ha convencido el fútbol de Luis Enrique. Es imposible no estar en el barco de Luis Enrique, y os lo dice quien ya ha hundido los barcos de Quique Setién y Ronald Koeman en tiempo record.

Robo. No anular el segundo gol de Francia es un escándalo se mire por donde se mire. Robo, atraco, mangazo, picotazo internacional, cualquiera de estos términos sirven para definir lo que se vio ayer en San Siro. El reglamento está hecho por gente que no ha jugado al fútbol es su vida, de lo contrario no se entiende que ese gol subiera al marcador.

Picotazo. Estadio de San Siro, donde misteriosamente suben goles al marcador en claros fuera de juego, si uno de los equipos juega de blanco. Ayer solo faltó que el partido lo arbitrará Clattenburg. No nos engañemos, lo de ayer era un torneo de la "Galleta", pero si eso pasa en una fase final del Mundial se lía la de San Quintín. Por cierto, sobresaliente Luis Enrique también a la hora de valorar la polémica jugada, ni un reproche tuvo contra el colegiado de turno.

Por todo esto y por mucho más, queda claro que se ha instaurado una nueva forma y manera de entender la vida, es el Luis Enriquismo, que ha llegado para quedarse, y que en resumidas cuentas es, hago lo que me da la gana y me importa un pepino y medio lo que me digan o me reprochen otros. Y al que no le guste...que apoye a la selección francesa, es lo que hay.