Los martes de Elías Israel: Un cierre de mercado con mucho ruido y pocas nueces

Habrá que reconocer el mérito de los técnicos que han hecho encajes de bolillos para tratar de ser competitivos con brotes permanentes, lesiones y con los disparatados calendarios en África y Latinoamérica, que están afectando a las competiciones domésticas.

Florentino, que es corredor de fondo, lleva ya tiempo en modo Mbappé y Haaland. Ancelotti tampoco va a apretar las clavijas a corto plazo y confía en que la gasolina le alcance para que los Modric, Kroos o Benzema lleguen a marzo o abril con la buena inercia actual.

Entre las pancartas y los fuegos artificiales de Laporta, solemos olvidarnos que el año post Messi tenía toda la pinta de ser un dolor de muelas. Al Barça se le vislumbra más futuro que presente. Ferrán Torres es una gran adquisición. 55 millones no es ninguna broma. Habrá que ver cómo acaba el culebrón Dembelé, que no tiene fácil vuelta de hoja y que lo va a poner en chino para salir, pudiendo irse gratis en junio. Morata, mientras tanto, sigue apretando por si suena la flauta. El “dejen salir antes de entrar” lleva a mal traer a Mateu Alemany. No entrar entre los cuatro primeros sería una hecatombe.

Al Atlético se le han ido viendo las costuras y el Cholo ha atravesado en el último mes su peor viaje en el equipo rojiblanco. La plantilla tenía mejor pinta que rendimiento y encima se vendió a Trippier al Newcastle. Se busca la aportación inmediata de Daniel Wass y la opción Mandava. El reto mayúsculo es que todos los que estaban se parezcan mínimamente a lo que hace no tanto fueron.

Monchi le ha dado otro subidón al sevillismo con la llegada de Antony Martial, cedido por el United. Muchas veces los tiempos de los directores deportivos y de los entrenadores son distintos. El 1 de enero, con tres bajas de larga duración (Suso, Lamela y Navas) o con tres jugadores en la Copa de África (Bono, En Nesyir, Munir), Lopetegui hubiese deseado esos refuerzos. Sin embargo, Tecatito y Martial son dos buenas piezas para intentar lo imposible si el Madrid se despistara, siempre que Diego Carlos no acabase yendo al Newcastle…

Bordalás, que ha tenido que alzar la voz en rueda de Prensa también, parece que podrá reforzar su zaga con Eray Cömert y replicar la defensa del Basilea con Alderete. Seguro que está temblando ante la posibilidad de que vengan a por Guedes. El Valencia lo vende todo y, en ese escenario, es una quimera tener grandes aspiraciones.

El Villarreal, el equipo que más invirtió en verano con Danjuma y Dia; la Real Sociedad, que firmó a Rafinha el día 1, y el Betis, aún pendiente de mover alguna ficha, están dispuestos a presentar batalla por entrar entre los cuatro primeros, el gran aliciente de lo que queda de campeonato.

El mercado es bajista, porque la pandemia sigue azotando y los presupuestos y los límites salariales no dan para excesivas alegrías. Nos gustan mucho los fichajes, las ilusiones que se disparan, las caras nuevas, pero en general se mueve poco o poquísimo. Más ruido que nueces.