¿El Barça es siempre favorito? La enorme diferencia entre el discurso de Guardiola en 2008 con el actual de Koeman

En dos contextos similares de resultados negativos y dudas, llama la atención la diferencia abismal entre lo que decía claramente Pep Guardiola en sus primeros días como entrenador del Fútbol Club Barcelona en septiembre de 2008 y las últimas frases de Ronald Koeman cuestionando la calidad y el nivel competitivo de su plantilla para luchar por títulos esta temporada, algo que el holandés volvió a repetir antes de medirse al Benfica en la segunda jornada de Champions League.

Un recién llegado Guardiola fue preguntado en rueda de prensa si su equipo era favorito antes de medirse al Espanyol en Montjuic en la quinta jornada de la Liga 2008/2009. La respuesta del joven técnico fue clara y contundente:

Antes de ese derbi, que acabó con un 1-2 favorable al Barça, el equipo azulgrana perdió ante el Numancia en la primera jornada, empató en casa ante el Racing de Santander y cuando el puesto de Pep se tambaleaba, lograron vencer y convencer con el 1-6 ante el Sporting en El Molinón y sumaron otras dos victorias con goles salvadores en los minutos finales, en Liga ante el Betis y ante el Shakhtar en Champions League. Un equipo en reconstrucción tras las salidas de Ronaldinho y Deco fue capaz de ir progresado y siempre ser fiel a su estilo de juego.

Más allá de aquellos resultados de Guardiola en los inicios de su carrera en el banquillo del Barcelona, lo que llama la atención en esta comparación con el discurso de Ronald Koeman es que Pep jamás dijo que su equipo era inferior a ningún rival y que siempre iban a luchar por ganar cada partido y todos los títulos.

En cualquier caso, aunque esos contextos de dudas y cambios en el club y la espiral de resultados negativos entre aquel Barça inicial de Guardiola y el actual de Koeman se parezcan, en defensa del holandés también hay que decir que el hoy técnico del Manchester City contaba en su plantilla con Messi, Eto’o, Henry, Puyol, Xavi, Iniesta y supo sacar canteranos ilusionantes como Sergio Busquets o Pedro, además de convertir a Gerard Piqué en central titular. Por tanto, es una certeza que contaba con una escuadra mucho más potente de la que hoy en día maneja el tulipán. Al fin y al cabo, sus continuas quejas y ese discurso que tanto difiere de la filosofía y grandeza propia del Barça así como de aquello que en su día sostenía Guardiola, apuntan en esa dirección.