Fútbol, partido amistoso | Red Bull Salzburgo-Atlético de Madrid: El VAR no le da alas a los rojiblancos

1 - Salzburgo: Köhn; Piatkwoski, Wöber, Kristensen, Guindo; Sucic, Diambou, Seiwald, Camara; Adeyemi y Adamu. También jugaron Okafor, Bernede, Sesko, Onguene, Solet, Aaronson, Ludewig, Ulmer, Junuzovic y Capaldo.

0 - Atlético de Madrid: Oblak; Camus, Fran González, Hermoso, Manu Sánchez; Alberto Moreno, Valera, Saúl, Riquelme; Soriano y Giuliano. También jugaron Gastanaga, Sánchez, Serrano, Camello, Grbic, Garcés, Guerrero y Montero.

- Gol: 1-0, Adeyemi (37')

- Árbitro: Gishner (AUT). Amonestó a Camus y Saúl.

- Incidencias: Segundo partido de pretemporada del Atlético de Madrid que se jugó en el Red Bull Arena.

El Cholo viajó a Austria para su segundo amistoso con mucho canterano y pocos del primer equipo, declaración de intenciones que plasmó en el once inicial que se enfrentó al Salzburgo en un Red Bull Arena practicamente lleno. El ambiente en el campo austriaco recordó tiempos mejores y dio esperanzas al futuro cercano del fútbol para volver a vivir partidos en canchas repletas. Los chavales rojiblancos salieron nerviosos y descolocados, todo lo contrario que el Salzburgo, que ya ha arrancado su competición doméstica y exhibieron un estado físico y táctico imponente.

Mientras el Atleti se limitaba a esperar para salir a la contra, los austriacos pusieron manos a la obra a Jan Oblak en el minuto 20 con un tirazo lejano que salvó el meta. El esloveno lo cogió donde lo dejó la temporada pasada, siendo un muro difícil de batir desde fuera del área. Giuliano Simeone se las arregló para tener la oportunidad más clara de los visitantes, aunque su disparo salió a las manos de Köhn. Pero los primeros en golpear fueron los locales que, en el minuto 37, robaron en el centro del campo y en dos toques habilitaron a un Adeyemi se plantó delante de Oblak batiéndolo por abajo. Explotaba el Red Bull Arena que no dejó de jalear a sus jugadores, aún con más brío, hasta el pitido final de la primera mitad.

Tras el descanso, los austriacos cambiaron hasta ocho jugadores, pero el equipo se mantuvo igual. Presionando en campo rival a un Atleti que seguía defendiéndose y haciendo bueno el 1-0. Por la intensidad que le metieron desde la reanudación, parecía que había más jugadores del Salzburgo que del Atlético de Madrid, pero los ocho que salieron en los locales fueron sustituidos por otros ocho, ni más ni menos. Sin embargo, conforme avanzaban los minutos, los cambios del Atleti dieron un soplo de aire fresco a los de Simeone, que aguantó a su hijo Giuliano… con muy buen criterio. El chaval de 19 años aprovechó en el minuto 56 un robo en salida de balón del Salzburgo para marcar un golazo con un potente derechazo… que terminó anulado después de que el VAR revisara la jugada tomándose varios minutos para finalmente señalar una polémica mano.

Tras el tiempo que se perdió revisando la polémica jugada, el partido se enfrió y a los dos equipos les costó volver a encontrar el ritmo. El primero que se entonó fue el Salzburgo que volvió a probar a Oblak pero el esloveno salvó de nuevo a los visitantes en un último servicio antes de ser sustituído por Grbic. El Cholo cambió a todo el equipo a lo largo de la segunda parte que, aunque aportaron piernas frescas, no arrojaron luz en el juego colchonero. La velocidad en el juego se fue apagando junto a los cánticos de la grada que entendieron que el pescado ya estaba vendido. En realidad el Atlético de Madrid enterró (o le enterraron) el hacha de guerra desde el momento en el que el árbitro no dio validez, para sorpresa de todo el estadio, el buen gol que había hecho Giuliano Simeone. Los rojiblancos no merecieron ganar pero, seguramente, tampoco merecieron perder.