Pochettino tiene trabajo en el PSG: La frialdad Messi-Mbappé, los descartados, la lesión de Ramos

Hace poco más de un mes que Lionel Messi se presentó como jugador del París Saint-Germain, y apenas dos semanas del cierre de un mercado en el que Kylian Mbappé no consiguió ser traspasado al Real Madrid. Y en este tiempo el vestuario parisino se encuentra con varios frentes que Mauricio Pochettino debe cerrar para lograr estabilidad en el grupo.

En este mes la situación de Mbappé en el club se ha ido crispando por las críticas de los aficionados más radicales y por la presión que trata de ejercer el club sobre el delantero para que renueve. Tanto Nasser Al-Khelaifi como Leonardo se han pronunciado en repetidas ocasiones advirtiendo que el futuro de Mbappé pasa por París, por más que el internacional francés ya ha dejado claro que no tiene ninguna intención de renovar su contrato, que concluye el 30 de junio de 2022. "No veo a Mbappé marchándose al final de esta temporada", ha sido el último mensaje del directo deportivo.

Todo esto tiene muy molesto a un Mbappé que además está tirando del carro en la liga francesa, pese a que es continuamente pitado por su propia afición. Dos goles metió el día del debut de Messi, pero todo quedó eclipsado por el estreno del argentino. Tampoco se le ha reconocido su protagonismo en el partido en Clermont, del que se borraron Messi y Neymar. El poco reconocimiento en el club y en el vestuario y las críticas de su afición han provocado que la relación de Kylian con el grupo sea fría.

Especialmente con Leo Messi, con quien no ha empatizado especialmente. Messi ha hecho grupo con los jugadores argentinos del equipo (Di María, Paredes o Icardi), a los que suma a los que hablan castellano como Keylor Navas, Ander Herrera o Sergio Rico. Y, por supuesto, apadrinado por su amigo Neymar. Mbappé no está incluido en su círculo cercano y, de momento, la relación es simplemente cordial. Es tarea de Pochettino acercar a las dos estrellas, en el caso de que ambos acceden. El técnico confía en que la pelota los acerque, aunque la actitud de la directiva y del PSG durante el fichaje y presentación de Messi han terminado por enfadar a un Mbappé que veía cómo aprovechaban cada ocasión para meterle presión con la renovación.

Pero no es lo único que ha enrarecido el ambiente. En el vestuario hay jugadores que viven una situación de previsionalidad porque la llegada de Donnarumma, Achraf, Sergio Ramos, Wijnaldum o Messi ha abierto la puerta a la obligada salida de otros. En la prensa francesa han comenzado a filtrarse listas de jugadores transferibles, pero el club no se ha pronunciado al respecto. Futbolistas como Sergio Rico, Kurzawa, Kherer, Rafinha, Sarabia, Draxler, Bernat, Ander Herrera, Icardi... Lo cierto es que algunos de ellos ya se han marcado cedidos, como Kherer o Sarabia. Pero otros de los que aún siguen en el equipo no están contando para Pochettino y en el reparto de dorsales de la Champions también hay ausencias que han enrarecido el ambiente del vestuario.

Y, por último, también hay runrún con la ausencia de Sergio Ramos. El jugador llegó tocado a París tras su fichaje, pero la lesión no parecía importante y en el vestuario se daba por hecho que debutaría en la Supercopa, en la que no estuvo y además perdió el equipo. Ramos sigue arrastrando con unas molestias y aún no ha debutado con el equipo ante el secretismo del club sobre sus molestias y al extrañeza de unos compañeros que siguen esperando su estreno con el PSG.

Pochettino tiene tarea por delante para convertir a una plantilla de estrellas en un equipo y, lo que parece más importante, en un grupo cohesionado que navegue en la misma dirección. Mbappé será clave en ello y la gestión del entrenador con los futbolistas que se han quedado y no van a disponer de minutos también parece que será decisiva para que el vestuario no se convierta en un polvorín.