En vivo, CHE-UTD

Parecía que el Chelsea de Villas Boas se llevaría el gato al agua ante el United en Stamford Bridge en su terca y menor persecución al Tottenham, pero la segunda mitad demostró qué equipo sabe competir a estas alturas de la temporada y cuál no. Unas capacidades personificadas en algunos hombres concretos que empequeñecieron a unos e hicieron valer la fuerza de los otros, que sí mantienen viva su lucha por el liderato.

Cada mitad tuvo un color, el azul del Chelsea antes del descanso y el rojo del Manchester tras él. En el primer capítulo, un gol de rebote (Evans en propia puerta) bastó para que el Chelsea se marchara con ventaja a los vestuarios, sin que ninguno de los dos equipos hubiera hecho méritos destacados para que el signo del encuentro fuera favorable a ninguno de ellos. Ni Webb, sordo a las protestas, desentonó demasiado en el arranque.

La segunda parte fue un cantar distinto y la relación de protagonistas engordó hasta la saciedad. Primero un golazo de volea de Mata subió el 2-0 al marcador, servido desde la banda por un Torres de nuevo fallón aunque como casi siempre voluntarioso, al que dedicó el tanto. Poco después, David Luiz, con permiso de otro rebote (este en Ferdinand) subiría el 3-0, resultado que a priori cerraba el partido y ampliaba la sonrisa de la grada blue.

Pero nada más lejos de la realidad. En un arrebato de imprevisibilidad, Ferguson alineó sus planetas en dirección a la meta de Cech, y Howard Webb, más receptivo, supo señalar dos penaltis que concibieron Sturridge e Ivanovic, con diferentes intencionalidades. Rooney transformó ambos, acercando la epopeya al resultado, y sólo un error de bulto en defensa permitió a Chicharito cabecear el definitivo 3-3 cuando el partido agonizaba.

Mención aparte merece De Gea. El toledano, ya criticado en las islas y alejado de la titularidad en la Premier en 2012 (sólo había sido titular en un partido en el nuevo año, la derrota en Carling ante el Liverpool), sacó dos manos prodigiosas en el descuento con las que evitó que el Chelsea volviera a dar la vuelta al marcador cuando el partido ya expiraba. Sus vuelos, inmejorables al objetivo de la cámara, sí fueron efectivos en esta vez. David también está.