Qué pasa (y qué no pasa) cuando Barça y Real Madrid llegan muy favoritos al Clásico

En el ‘Clásico’, cuando el FC Barcelona ha gozado de su máximo esplendor, ha apabullado al Real Madrid en los últimos años. El precedente del 2-6 de la temporada 2008/2009 brotó de la nada en lo que sería un resultado diferencial para aquella campaña, además de expresar al máximo la idea de Guardiola.

Luis Enrique también sabe lo que es golear al Real Madrid. El último resultado, precisamente en el Santiago Bernabéu, fue el 0-4 que los culés cosecharon en feudo blanco, una prueba más de que la tendencia ganadora puede ser contrastada en una máxima cita.

El Real Madrid solo se ha beneficiado, en los últimos siete años, de sus mejores etapas en dos resultados muy concretos. En la temporada 2007/2008, con Bernd Schuster a la cabeza, los madridistas lograron un meritorio 4-1 en la última etapa de Frank Rijkaard. La segunda, no hace muchas temporadas, fue con Carlo Ancelotti en un 3-1 en el Santiago Bernabéu, quitando cualquier complejo y acentuado con el anterior partido que disputaron, la final de la Copa del Rey en Mestalla con triunfo blanco.

Sin embargo, estos duelos, cuando hay algo confirmado como es el liderato del FC Barcelona, suelen dejar muchos sinsabores con resultados fríos y poco espectáculo. De hecho, el propio diario As ha publicado un artículo en el que confirma que el Barça no gana el Clásico si marcha con una ventaja de 10 o más puntos sobre su máximo rival.

No obstante, en cuanto a juego se refiere, han sido varios e intranscendentes los ‘Clásicos’ en los que se esperaba una auténtica gesta.

José Mourinho y la liga de los récords. En la única Liga que ganó José Mourinho en el Real Madrid, conocida como la ‘Liga de los récords’, el FC Barcelona perdió la oportunidad en el Camp Nou de recortar distancias cayendo por 1-2 en el Camp Nou. El juego en aquel partido, pese a ser frenético en salvadas ocasiones, no gozó de riqueza futbolística.

La antesala a Zidane. En la segunda temporada de Vicente Del Bosque al mando, todavía no había llegado Zinedine Zidane y el Real Madrid, iniciando su nueva era galáctica, estaba bajo la tutela de un Figo fulgurante y un Raúl más icónico que nunca. En la jornada 25, cuando los blancos marchaban a nueve puntos del Barcelona, cuarto por entonces, y a cinco del Deportivo de La Coruña, segundo. El partido de vuelta en el Santiago Bernabéu fue uno de los ejemplos mostrados, donde los madridistas no sentenciaron, quedando igualada la contienda. Rivaldo y Raúl fueron los goleadores con dos dobletes.

Precisamente un partido en el que Zinedine Zidane se dejó la cabeza para marcar uno de los goles. Aquel 4-2 en el Santiago Bernabéu podría haber sido más determinante pero la ventaja era demasiado amplia con el FC Barcelona, que se puso con una ventaja de seis puntos sobre sus rivales pese a la victoria. Apenas hubo diferencia pero ahí se demostró el espíritu de la remontada.