Athletic-Barcelona: Supercopa de cicuta (4-0)

4 – Athletic: Iraizoz; De Marcos, Balenziaga, Laporte, Etxeita; San José, Beñat, Eraso (Gurpegi, 77’), Susaeta (Bóveda, 85’); Aduriz y Sabin Merino (Lekue, 66’).

0 –Barcelona: Ter Stegen; Alves, Bartra, Vermaelen, Adriano; Mascherano, Sergi Roberto (Rakitic, 60’), Rafinha (Iniesta, 53’); Messi, Luis Suárez y Pedro (Sandro, 71’).

Gol: 1-0. 13’: Sanjosé. 2-0. 53’: Aduriz. 3-0. 62’: Aduriz. 4-0. 66’: Aduriz, de penalti.

Árbitro: José Luis González González, del comité castellano-leonés. Amonestó a Pedro (40’), Eraso (44’), Dani Alves (66’), Susaeta (73’), Mascherano (80’) y Sanjosé (90+3').

Incidencias: partido de ida de la Supercopa de España disputado en el nuevo San Mamés. PERSONAJES

Aduriz: Sigue ‘on fire’ el fenomenal delantero del Athletic, un dolor de cabeza para el Barcelona y para todo rival que se atreva. Tres goles, tres para encarrilar la Supercopa y para tumbar al Barça en una noche histórica. España le necesita.

Pedro: Fue el hombre anuncio del partido, con todas las miradas en su titularidad pese a su posible marcha al Manchester United. No estuvo muy bien, aunque se esforzó en trabajar para el equipo las recuperaciones. Es su vehemencia vio una amarilla y antes el árbitro le perdonó otra por una fea entrada a Laporte. El mundo del revés. También fue cazado por Eraso y Beñat al filo del descanso. Tiró al larguero, que casi rompe, a los 50 minutos.

Ter Stegen: Titular también en la Supercopa de España, para mosqueo (es de suponer) de Claudio Bravo, al alemán no se le recuerdan grandes paradas pero sí muchos títulos y alguna flaqueza. Pero la que hizo en San Mamés, regalar el 1-0 por un mal despeje de cabeza, mantiene el debate de la portería culé en todo lo alto.

Messi: La noticia en Messi fue que no hubo noticias, lo que ya es noticia. Al margen de ‘grouchadas’ narrativas, lo cierto es que no lució el argentino como es norma en él, sometido por Balenziaga y facturando al esfuerzo reciente del Sevilla en la Supercopa de Europa. Así que pasó como intrascendente. Lanzó una falta en el descuento del primer tiempo y salvó Gorka el empate.

La intensidad fue lo que salvó de primeras al Athletic ante un rival que le tenía tomada la medida en las finales. Eso y, la verdad, que Luis Enrique dosificó a muchos titulares en esta frenética pretemporada que les puede dejar enfocados a los azulgrana para el ansiado sextete. Habrá de lucharlo el lunes en la vuelta en el Camp Nou, sede de la última final copera, porque la victoria local complica el objetivo. Y es que el Barça pocas veces fue el Barça, incómodo ante un rival extra motivado que pronto iba mandando por una ‘boutade’

En la segunda parte, el ciclón estaba por llegar. No solo por la lluvia, que cayó, que esto era Bilbao. Y justo cuando saltaba Iniesta a poner supuestamente orden se producía el 2-0, el tanto que noqueó al Barça, un juguete en manos de un Athletic emocionado a partir de entonces. El 3-0 y el increíble 4-0 (ahí el árbitro no tuvo compasión del campeón de Liga) fueron cayendo ante un equipo rojiblanco que peleó cada balón como si fuera el último. No así un Barça desfondado y sin ánimo, desnortado en la medular, inquietante de nuevo atrás (ocho goles en dos partidos, cifras de equipo pequeño) y sin el lucimiento del tridente arriba.

11’: Eraso dispara con la derecha desde cerca y salva Ter Stegen.

26’: Merino no termina de conectar con Eraso en una contra.

27’: Acción individual en el área de Luis Suárez, cuyo centro no encuentra rematador.

45’: Libre directo de Messi que salva Gorka a una mano.

50’: Pedro está a punto de empatar pero su chutazo se estrella en el larguero.

51’: Gorka salva la igualada al sacar un tiro debajo de Messi.

76’: Messi intenta colocar sin éxito desde la izquierda.

86’: Messi y Luis Suárez no consiguen conectar en un contragolpe.

Toca a milagro en el Camp Nou en el encuentro de vuelta de este próximo lunes, pero, claro está, si hay alguien capaz de liderar esa remontada ése es Lionel Messi. Si el argentino y el resto de estrellas se lo creen, puede haber partido de vuelta, todo ello obligado por la mala experiencia de haber sido vapuleado por un equipo que sí creyó, el Athletic de Valverde.