Lo que hemos aprendido del Barcelona-Athletic Club

Bravo titular, ¿castigo a Ter Stegen o rotación de Luis Enrique? La gran sorpresa del partido de vuelta de la Supercopa de España entre Barcelona y Athletic Club saltó nada más conocerse las alineaciones iniciales. Luis Enrique dejó en el banquillo a Marc-André Ter Stegen, justo después de haber recibido cuatro goles y muchas críticas por su partido en San Mamés. Conociendo el estilo de Luis Enrique, más bien podría deducirse que el técnico premia al portero chileno por haber sido el titular en la pasada Liga, y el hecho que jugara Ter Stegen en San Mamés respondía a que el teutón fue el campeón de Copa.

Un título para Bilbao, 31 años después. Tras la final de Copa del Rey en el Santiago Bernabéu, precisamente ante el Barça, el Athletic Club no había vuelto a la senda de los títulos. En los últimos años ha perdido tres finales de Copa, también contra el rival azulgrana, y una de la Europa League ante el Atlético de Madrid. Ya tocaba sacar la gabarra.

Este Barça sufre mucho cuando le presionan. El Athletic Club dio con la clave perfecta para acabar con un cansado Barça. Sin los jugadores azulgranas en su plenitud física, basta con presionar bien arriba a los culés para quitarles todas las ideas a la hora de crear juego.

Si Messi no está fino, este equipo no es incisivo ni decisivo. El Barça también ha acusado en exceso el bajo rendimiento de su gran estrella en esta doble eliminatoria. En San Mamés apenas un tiro a portería, una falta que sacó bien Gorka, y en la vuelta en el Camp Nou unas estadísticas muy pobres.

¿El último partido de Pedro en el Camp Nou? El extremo canario fue titular y lo intentó por banda izquierda. Ataques incisivos, presión incansable, pero en el ambiente la sensación de que el pocas horas será jugador del Manchester United. Su público coreó su nombre cuando fue sustituido, pero de forma muy tímida.

Sandro y Munir, dos revulsivos escasos para intentar una remontada imposible. Luis Enrique echó mano de sus dos canteranos para intentar la remontada en los últimos minutos, cuando casi todo estaba perdido. Al margen de esto y destacando ante todo la valía y calidad de estos dos jugadores, tal vez no sean suficientes para dotar de la profundidad de banquillo suficiente a un club tan grande como este.

Piqué merece y necesita una profunda reflexión. Ya la tuvo antes con Velasco Carballo, árbitro que le expulsó de forma rigurosa en 2012. Pero un jugador de su experiencia y peso específico jamás debe ser expulsado por protestar. Perjudicó notablemente a su equipo ya que vio la roja en un momento clave para intentar la remontada.

NUESTRA OPINIÓN: El Athletic Club ha sido justo campeón de esta Supercopa y el Barça, obviamente, justo perdedor. Los culés deben trabajar para mejorar todas las debilidades que han mostrado.