¿Lo sabías? La primera Supercopa de España sin Messi ni Cristiano desde 2008

Aunque se tome distancia con el pasado, y se observe todo con perspectiva, quien conoce la historia sabe cuántas similitudes se pueden hallar entre dos sucesos separados en el tiempo. Lo que pasa con el Real Madrid y el Barça de la temporada 2008/09, y los de la temporada 2021/22. La presente campaña.

En aquel momento la Supercopa mantenía vigente su antiguo formato, existiendo todavía como un doble enfrentamiento entre el campeón de Liga y de Copa del Rey en la pretemporada. La Supercopa de 2008 la juega el Real Madrid de Bernd Schuster, que llegaba a su enfrentamiento supercopero ante el Valencia como campeón de Primera División. Un campeonato en el que había acabado a 18 puntos de distancia del Barcelona, que atravesaba una grave crisis identitaria.

Aquel Fútbol Club Barcelona estaba encabezado, en la 2007/08, por un entrenador neerlandés que no estaba siendo capaz de hacer funcionar al equipo, y que no había conseguido explotar del todo las cualidades de Leo Messi, su joven mejor jugador. En mayo de 2008, varios meses antes de la celebración de la Supercopa, el club anunció un volantazo de 180 grados en su proceder colocando como entrenador de un primer equipo que necesitaba muchos arreglos un exjugador, que llegaba sin experiencia como entrenador en la élite del fútbol, pero que ya sabía lo que era ganar la Champions como jugador blaugrana. La 2008/09 fue la primera campaña de Pep Guardiola. La temporada en la que se situó aquella Supercopa sin Cristiano ni Messi.

Un Cristiano, por cierto, que llegó al Real Madrid en la temporada siguiente a la Supercopa que se había disputado sin él, y que fue acogido por la afición madridista como su nueva gran estrella, en una presentación multitudinaria en el Santiago Bernabéu.

Más de una década después, Cristiano ya no está en el Real Madrid, ni Leo Messi en el Fútbol Club Barcelona, pero como la historia está condenada a repetirse, hay sucesos que están volviendo a acontecer.

El Real Madrid aterriza en Riad, Arabia Saudita, para disputar una nueva Supercopa de España como actual líder de la Liga. Al igual que en la temporada que sucedió a la Supercopa, sus dos máximos goleadores son un joven atacante de 21 años de edad y una leyenda del club que tiene ya más de 30 años. En ese momento lo fueron Gonzalo Higuaín y Raúl, en 2022 lo son Vinicius Jr y Benzema. Dos jugadores que ayudan a mantener un liderato a pesar de haber sufrido algún tropiezo por el camino, con 17 puntos de ventaja sobre un Barcelona que atraviesa una grave crisis económica. Pues la crisis identitaria, que también la sufrió al comienzo del curso, parece que empieza a desaparecer.

Ha ayudado para ello la decisión de Joan Laporta de dejar ir a un entrenador neerlandés que estaba fracasando como técnico culé sin potenciar las piezas clave del proyecto, y que había tenido descontento a Leo Messi en su última temporada, su mejor jugador. Para sustituirle decidió dar, varios meses antes de la celebración de la Supercopa, un volantazo de 180 grados en su forma de actuar al apostar por un entrenador que no tenía prácticamente experiencia en la élite para arreglar todos los problemas que se vislumbraban a primera vista, y también los que no, en Can Barça. Este joven entrenador había sido un exjugador del club que había ganado la Champions como culé, y que en 2008 se había quedado sin disputar la Supercopa por el mal rendimiento del curso previo. El elegido, como es sabido por todos, fue Xavi Hernández.

Al igual que sucedió en la 2008/09 salvando las distancias, el Fútbol Club Barcelona es ahora un equipo más atractivo para su afición que con el entrenador al que sustituyó, y además se caracteriza por la valiente apuesta por la juventud en cada once inicial que decide poner en liza, pudiendo considerar a los Gavi, Nico, Eric o Abde como los Busquets, Piqué, Iniesta o Bojan de entonces.

No se puede saber si habrá una presentación de masas en el Bernabéu el próximo verano para recibir a su siguiente gran estrella galáctica, ni tampoco si el Barcelona de Xavi llegará a ganar la Champions League y dominar en Europa como lo hizo en el pasado, pero lo que es evidente es que siempre que ha parecido que el futuro que se avecinaba era oscuro, ha habido alguien, en ambos sentidos, que ha decidido aportar claridad.