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Liga NOS: Oporto-Benfica, la llama eterna de una rivalidad más allá del deporte

Agustín Galán

Actualizado 01/07/2020 a las 19:01 GMT+2

Lo que estaba llamado a ser un nuevo episodio de tú a tú por la Liga NOS entre el Benfica y el Oporto, los dos máximos exponentes del fútbol portugués, parece haberse decantado antes de tiempo para los 'dragões' con la crisis benfiquista y la dimisión de Bruno Lage después de la derrota contra el Marítimo.

Rafa Silva (Benfica) y Képler Laverán Lima 'Pepe' (Oporto)

Fuente de la imagen: Getty Images

Sin un partido directo entre ellos que pudiera servir para volver a prender la mecha, el Oporto ha sabido aprovechar la entrada en barrena de los encarnados que comenzó antes de la pausa provocada por el coronavirus y ya enfila su 29.ª liga. Los dragões se acercan así a su eterno rival en el cómputo histórico, que quedaría aún con un 37-28 favorable a los lisboetas.
Iniciada en 1912 con un duro 8-2 del Benfica al Oporto, la rivalidad de O Clássico del fútbol portugués se encuentra ahora mismo en un punto de equilibrio a nivel liguero. Si el Oporto hace buenos los pronósticos y termina coronándose campeón de la Liga NOS, las dos potencias lusas se habrán repartido los últimos cuatro títulos. Antes de la actual alternancia, ambos se habían repartido un ciclo exitoso cada uno, con tres ligas seguidas para el Oporto (de 2011 a 2013) y cuatro para el Benfica entre 2014 y 2017.
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Liga NOS: El Oporto acaricia el título mientras el Benfica no levanta cabeza

A nivel mediático, la complicada situación de Bruno Lage durante la última crisis del Benfica antes de su dimisión ha despertado la solidaridad desde Oporto, con Sérgio Conceição empatizando ante los difíciles días que ha vivido hasta su adiós a falta de cinco jornadas para el final. Conceição dijo que no le gustaba ver cómo estaba siendo criticado Lage, pero “tenemos que aceptarlo porque formamos parte de toda esta cobertura”. El ya exentrenador benfiquista agradeció la deferencia desde el sur en sus últimos días: “Es la señal de que aquí no hay enemigos, hay adversarios, y en un momento nada bueno para él ante tal pregunta ha respondido con categoría”.
Esta paz institucional se extiende incluso a España, donde ahora coinciden en el Atlético dos exestrellas de ambos equipos, Felipe y João Félix. El joven atacante compartió en la semana previa al último Clássico unas imágenes en su cuenta de Instagram en las que aparecían ambos en medio de una refriega defendiendo las camisetas de Oporto y Benfica y otra más actual con la camiseta del Atlético. “Siempre que había partidos y polémicas jugábamos y discutíamos. Es lo normal, lo vivimos en Portugal, pero hoy ya no es una responsabilidad”, reflexionaba Felipe.
Donde sí late esta rivalidad es entre aficiones, ciudades y divisiones geográficas en Portugal. Un Oporto-Benfica implica un enfrentamiento entre las dos mayores ciudades del país. Desde Oporto se ve como un choque entre el norte productivo y el sur despilfarrador (Lisboa). Rui Águas, goleador para ambos bandos en las décadas de los 80 y los 90, reflexionaba recientemente para Bleacher Report sobre el enfoque del Oporto en estos partidos: “Cuando suben las escaleras y saltan al césped para enfrentarse al Benfica, es la causa del Oporto la que está en juego, la del equipo, la ciudad y la región. No es sólo un partido, es mucho más que eso”.
Tienen la impresión de que Lisboa está sobreprotegida, tiene privilegios, la mayoría por ser la capital. Pueden estar exagerando, o quizá tienen razón. En cierto modo, no literalmente, son ellos contra el mundo”. Treinta años después, a Rui Águas aún le recriminan haber cambiado el encarnado por el blanquiazul en Lisboa, aunque regresara en 1990. El último jugador en recorrer el camino inverso, del Oporto al Benfica, fue César Peixoto. El hoy entrenador del Chaves en la LigaPro (segunda categoría), ubica al Benfica como “mayor en términos de grandeza, más abierto, como la ciudad grande que es Lisboa en términos de mentalidad”, mientras que en el Oporto, donde impera la mentalidad norteña, la mística “no se explica, se siente”.
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César Peixoto (Benfica) y Rolando Pires (Oporto)

Fuente de la imagen: Getty Images

El último jugador en cambiar la chaqueta entre los dos grandes portugueses tiene acento uruguayo: Maxi Pereira. El veterano lateral se quedó entonces con el sambenito de “traidor” por parte de su antigua afición, que aún tenía reciente lo ocurrido con uno de sus compatriotas, el Cebolla Rodríguez, al que recibieron en A Luz, como no podía ser de otra forma, con cebollas podridas. No se puede decir que no estuviera sobre aviso cuando siguió sus pasos, como desveló en el diario uruguayo El Observador: “Cuando el Cebolla jugaba en Oporto, los dirigentes del Benfica me dijeron que ni lo nombrara. Como íbamos a la selección y volvíamos juntos en el mismo vuelo, previo a un partido contra ellos, me dijeron ‘no le hables ni lo saludes’. (…) La salida del Cebolla del club fue como una puñalada”. La llamada de Julen Lopetegui y el cariño de la afición blanquiazul se sumaron a “esas pequeñas cosas que hacen la diferencia”, detsacó el propio Maxi casi cinco años después.
El condimento picante de O Clássico no se limita sólo al terreno de juego. Sus pasionales aficiones encuentran representación también en sus máximos dirigentes: Luís Filipe Vieira y Nuno Pinto da Costa encarnan a dos presidentes a la vieja usanza, fácilmente reconocibles como aquellos iconos de la década de los 90 del fútbol español. Sus dardos dialécticos al rival y los problemas judiciales de todo tipo ocupan titulares de forma recurrente. Ambos son el temor de todos los grandes a la hora de negociar cada verano, conscientes de que para sacar de Portugal a las estrellas de los dos grandes tendrán que rascarse el bolsillo más de lo previsto.
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Los ultras del Benfica interrumpen con bengalas su partido en Guimaraes

Está por ver si el Benfica termina contratando a un nuevo entrenador antes de que termine la actual temporada o si se mantiene en las manos de Nélson Veríssimo, hasta ahora asistente. Sea como sea, antes de que este atípico curso 2019/20 baje el telón en Portugal, el duelo entre Oporto y Benfica tendrá una nueva edición con un nuevo título en juego, posiblemente enfocado como una reválida por los lisboetas tras las malas experiencias ligueras. Los encarnados perdieron ambos Clássicos, el primero por 0-2 en el mes de agosto y el segundo por 3-2 en O Dragão.
Volverán los recados entre directivas, habrá vaciles Madrid entre Felipe y João Félix y sobre el césped del Jamor no habrá aficiones por las restricciones sanitarias, pero a buen seguro habrá máxima tensión entre los jugadores. La llama de la rivalidad eterna entre águilas y dragones sigue viva, porque en juego hay mucho más que una Liga NOS, una Taça o un balance histórico; en juego está una forma de entender el fútbol, el país y la vida.
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Liga NOS: Marítimo- Benfica (2-0)

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