Conoce a fondo los trece españoles que competirán en los JJOO de PyeongChang 2018

España no gana una medalla olímpica en deportes de invierno desde los Juegos de Albertville en 1992 cuando Blanca Fernández-Ochoa se alzó con el bronce en la prueba de eslalon. Anteriormente, Paco Fernández-Ochoa había ganado el oro en Sapporo 1972 en la misma modalidad que su hermana. PyeongChang es una magnífica oportunidad para volver a ver a un deportista español en un podio olímpico de invierno.

El patinador artístico Javier Fernández encabeza la terna de posibilidades. El madrileño es doble campeón mundial (2015 y 2016), doble bronce mundial (2013 y 2014) y acaba de ganar su sexto título europeo consecutivo. Es decir, en los últimos seis años ha estado fuera de un gran podio solo en dos ocasiones, cuarto en los Juegos Olímpicos de Sochi 2014 y cuarto en el mundial de 2017.

Como fortalezas, destacamos la experiencia de Fernández porque serán sus terceros Juegos. Tras el debut en Vancouver 2010, pasó por una traumática 4ª posición hace cuatro años cuando lo tenía todo a favor para haber sido medallista olímpico. Esa, precisamente, puede ser su debilidad, la presión de tener que ganar un metal para abrochar un palmarés impresionante.

Sus grandes rivales serán, el japonés Yuzuru Hanyu, campeón olímpico en Sochi, último campeón del mundo (2017) y compañero de entrenamiento de ‘SuperJavi’. Su compatriota Shoma Uno, plata en la final del Grand Prix de diciembre y plata mundial hace un año y el joven estadounidense de 18 años, Nathan Chen, campeón de la final del Grand Prix y el único en el mundo capaz de hacer 5 cuádruples distintos.

Los chicos del snowboard cross son otra opción sólida de medalla. No solo nuestro abanderado Lucas Eguibar, 7º hace cuatro años en sus primeros Juegos y subcampeón del mundo en 2017, podría estar en el podio, también hay que tener en cuenta a Regino Hernández para el que será su tercera cita olímpica. El malagueño viene de ser séptimo en la Copa del Mundo de Turquía.

La experiencia la tienen, pero este deporte es de los más inciertos que existen en el mundo. Bajar a toda velocidad por un circuito de saltos y curvas y con otros cinco riders intentando ganarte la posición a centímetros de ti, tiene todos los ingredientes para que un mínimo toque te lleve al suelo y te deje sin opciones, como le paso al donostiarra Lucas Eguibar en la semifinal de Sochi 2014.

En cuanto a los rivales, el francés Pierre Vaultier, vigente campeón olímpico y del mundo, y los habituales de las rondas finales, el australiano Alex Pullin, el estadounidense Nick Baumgartner y el italiano Omar Visintin que llega en un gran estado de forma.

La tercera que nos da buenas sensaciones es la rider de halfpipe, Queralt Castellet, que será, con cuatro, la más veterana en cuanto a número de participaciones olímpicas. La catalana está en un momento de forma espectacular y llegará a PyeongChang tras ganar un oro y un bronce, en las dos últimas Copas del Mundo, respectivamente.

Castellet ha tenido muy mala suerte en sus anteriores citas olímpicas. En Turín 2006, con 16 años, fue a aprender, pero en Vancouver 2010 y Sochi 2014, la desgracia se cebó con ella. En Canadá, tras concluir tercera en las series y clasificarse directamente para la final, en el entrenamiento previo a las últimas bajadas, se dio un golpe en la cabeza y no pudo participaren la final. En Rusia, después de obtener la segunda mejor nota en las clasificatorias, cuando estaba haciendo una segunda ronda de medalla, en el último aterrizaje, apoyó una mano y terminó 11ª. Dicen que a la tercera va la vencida.

En cuanto al resto de la delegación española, en patinaje artístico habrá que estar atentos a la pareja de danza integrada por la madrileña Sara Hurtado y el ruso nacionalizado Kirill Khalyavin que vienen de terminar en un magnífico octavo puesto en el Campeonato de Europa celebrado hace unos días en Moscú. Hurtado ya fue olímpica hace cuatro años junto a Adrián Díaz y concluyeron decimoterceros. Sara y Kirill llevan poco tiempo compitiendo juntos pero su mejora es espectacular. Él fue campeón del mundo junior (2011) cuando competía por Rusia. Por qué no soñar con un diploma olímpico.

Junto a Javier Fernández también competirá el español de origen colombiano Felipe Montoya que, a sus 27 años, debutará en unos Juegos Olímpicos. Su aspiración será clasificarse entre los 24 mejores tras el programa corto, para poder disputar el programa libre.

Completa la nómina de deportistas de hielo el piloto de skeleton, Ander Mirambell, que un día después de su competición, el 17 de febrero, cumplirá 35 años, siendo el más veterano de la delegación española. Para el catalán, estar en sus terceros Juegos es su particular medalla. Sin apenas ayudas, el hecho de haberse clasificado superando a países que triplican su presupuesto, es, sencillamente, un milagro. Su objetivo es estar entre los 20 primeros y poder disputar, por primera vez, la última bajada de las cuatro de que consta la competición.

En cuanto a los deportes de nieve, el cántabro Laro Herrero, que ya estuvo en Sochi 2014, se ha clasificado in extremis y acompañará a Lucas Eguibar y Regino Hernández en la prueba de snowboard cross.

En esquí de fondo, estarán el guipuzcoano Imanol Rojo, que tratará de mejorar el puesto 33 que conquistó en la prueba de 50km hace cuatro años y el oscense Martí Vigo que debutará con 20 años recién cumplidos pero que tiene un gran futuro por delante.

Para completar la lista, en esquí alpino, dos olímpicos nuevos, el joven bilbaíno de 23 años, Juan del Campo que disputará el eslalon y el eslalon gigante, y Quim Salarich, seleccionado para PyeongChang 2018 tras conseguir España una plaza adicional y que también competirá en eslalon.