Deportes populares
Todos los deportes
Mostrar todo
Opinion
MMAUFC

UFC Atlantic City | El 'Esto es durísimo' de Jorge Lera: La insólita odisea de Lupita Godínez

Jorge Lera

Actualizado 27/03/2024 a las 11:27 GMT+1

Tras un 2023 vertiginoso, la mexicana Lupita Godínez se ha convertido en uno de los principales valores de la UFC y firme candidata a la disputa del título del peso paja. Ya es número ocho en la clasificación y este sábado, en Atlantic City, afronta el que podría ser el combate más importante de su carrera cuando se enfrente a la veterana brasileña Virna Jandiroba, clasificada número cinco.

Lupita Godínez

Fuente de la imagen: Getty Images

Su atractivo estilo en el octágono y su cautivadora personalidad la han convertido en destacada estrella. Su ascenso se ha cimentado en grandes actuaciones y una sorprendente avidez para aceptar combates sin miramientos, muchos de ellos con corto aviso. Esta actitud de aceptar peleas con quién sea, dónde sea y cuándo sea, le ha costado alguna derrota al principio, pero también le ha servido para obtener récords muy llamativos, como el de hacer dos peleas en tan solo doce días, disputar tres combates en el plazo de 42 días y el de ser la primera mujer en la historia de la UFC que obtiene cuatro victorias dentro de un mismo año. Está demostrado que las noticias inesperadas y los cortos avisos no amedrentan a Lupita. Hubo uno, hace años, que cambió su vida y su destino. La historia de María Guadalupe Godínez es una insólita odisea.
Lupita era una feliz quinceañera en Aguascalientes. Un día, en 2008, su padre, Carlos, les dijo a ella y a sus tres hermanas que se prepararan rápido, que se iban de viaje sorpresa a Disneyland. Pero algo no acababa de cuadrarle a la niña. Demasiados nervios y todo muy repentino. En el aeropuerto, vio que la pantalla de la puerta de embarque marcaba otro destino. Tras un largo y tenso vuelo, en el que Lupita no dejaba de llorar al intuir que algo raro estaba sucediendo, la familia aterrizó en la ciudad canadiense de Vancouver. Allí no les esperaban unas vacaciones de ensueño, ni castillos encantados con príncipes azules, ni siquiera Mickey Mouse para darles la bienvenida. Aterrizar en Vancouver significaba, sin previo aviso, dejar atrás amigos y recuerdos y empezar de cero una vida nueva.
picture

Lupita Godínez

Fuente de la imagen: Getty Images

En Aguascalientes, el padre tenía un negocio de compraventa de coches y las cosas le iban bastante bien. Hasta que empezaron las llamadas por teléfono. En México se vivía una preocupante escalada de violencia y un aumento del crimen organizado. Al señor Godínez le empezaron a llegar llamadas solicitándole dinero, el tristemente célebre pago por protección. Unas amenazas en las que, además, le confirmaban que conocía perfectamente la dirección de su casa, el nombre de sus hijas o la escuela a la que acudían. Alguno de sus coches apareció acribillado a tiros. La extorsión iba en serio y don Carlos decidió poner tierra de por medio y poner rumbo al norte. Eso sí que fue un corto aviso.
Sin conocer el idioma, los comienzos en Vancouver fueron extremadamente duros. Cambiaban una holgada situación en México por la precariedad y las dificultades del inmigrante recién llegado. Su primer hogar fue un modestísimo hotel en el que, como pago, el padre pintaba las habitaciones mientras Lupita limpiaba los baños del restaurante. El padre iba cambiando empleos. Salía con su primogénita Lupita ofreciéndose de casa en casa, con gestos o con la ayuda de un traductor eléctrico, a lavar coches. La madre trabajaba de limpiadora. Me pasé meses enteros llorando”, recuerda la peleadora hidrocálida. Pero poco a poco, con esfuerzo, sacrificio e interminables jornadas de pluriempleo, las cosas empezaron a mejorar. Ya con todos los papeles en regla, Lupita y sus hermanas empezaron a ir a la escuela. Tras innumerables vicisitudes, el padre fue prosperando hasta montar su propio negocio de compra y venta de vehículos. Canadá les dio la oportunidad y la doble nacionalidad.
Lupita había practicado judo en Aguascalientes e incluso había competido por distintas partes de México. Pero fue en su nuevo país en el que descubriría su auténtica vocación. Fue con su novio, en un bar en cuya pantalla se veía un combate de la gran Ronda Rousey. El chico le dijo que si su sueño era seguir la senda de la legendaria peleadora californiana, tendría que ponerse a entrenar de inmediato. La llevó al gimnasio de un amigo, el Titan MMA, y ahí empezaría su asombrosa andadura.
picture

Lupita Godínez durante el UFC 287

Fuente de la imagen: Getty Images

El camino no fue sencillo. Tuvo que superar un mal comienzo en el campo amateur para después iniciar, en 2018, su carrera profesional. En su quinto combate, se proclamó campeona del peso paja de LFA, tras cinco tremendos asaltos con Vanessa Demopoulos. Un una actuación que le facilitaría el paso para entrar en la UFC, cómo no, como remplazo con mínimo aviso. Y hasta hoy. Por cierto, dos de las hermanas pequeñas de Lupita optaron por la lucha libre y también destacarían sobremanera. Se ganaron un puesto en el equipo nacional y llevan años representando a Canadá por todo el mundo. Karla tiene un bronce en un campeonato del mundo y es campeona panamericana. Ana también es campeona panamericana, campeona mundial sub 23 y ya tiene asegurada su plaza en los Juegos Olímpicos de París. Con frecuencia, las tres hermanas entrenan juntas y se ayudan mutuamente.
La evolución y la popularidad de Lupita ha crecido exponencialmente con sus cuatros victorias consecutivas de 2023, la última de ellas en el legendario Madison Square Garden ante Tabatha Ricci. Además, ha conseguido reconectarse con sus raíces y con la tradición mexicana. Su amiga y ahora campeona Alexa Grasso la invitó en septiembre a entrenarse en el prestigioso Lobo Gym de Guadalajara. Ya es parte del equipo y con ellos ha logrado sus dos últimas victorias. Allí, el tío de Alexa, Pancho Grasso, junto a Diego López, ultiman sus preparaciones y mejoran sus condiciones físicas y técnicas. Y el público mexicano la adora.
El camino ha sido duro, tortuoso y lleno de inesperados cambios de guion pero, ahora más que nunca, el viaje de Lupita, esta vez sí, podría tener un final de dibujos animados.
picture

El análisis de Laura Fernández: El regreso de McGregor, ¿volverá a ser el mismo de antes?

Únete a Más de 3 millones de usuarios en la app
Mantente al día con las últimas noticias, resultados y deportes en directo
Descargar
Temas relacionados
Compartir este artículo
Anuncio
Anuncio