Seis Naciones 2020: Apuntes en mitad de la batalla

-IRLANDA: La nueva Irlanda de Farrell es la vieja Gales de Gatland. Con su rugby pétreo y previsible, minimizando los riesgos, aumentando la carga física y reduciendo el kicking game que exhibía el trébol con Schmidt. Son un equipo más hosco y más duro en defensa que trabaja más el eje. Eso conlleva un ritmo menor de juego. Farrell trabaja el breakdown de diferente forma con la tercera pescando más y la primera acarreando más bola. Le gustan las células de dos jugaores, lo cual es muy arriesgado porque exige ser extremadamente efectivo en el ruck. Un escenario por el que ya pasó la Inglaterra de Eddie Jones, que retornó a la idea original de células de tres. Atrás Larmour es el referente ofensivo, mientras los alas, como Stockdale, han perdido cierto protagonismo.

-INGLATERRA: En Inglaterra Eddie Jones sigue con el laboratorio abierto. El seleccionador no deja de probar cosas y ampliar los recursos del grupo. Y lo hace en condiciones de máxima exigencia como Le Crunch o la Calcuta. Insiste con Tom Curry en la posición de 8 pese a no ser determinante en ataque, anda de probaturas con el 9 e insiste con George Furbank de zaguero. Mantiene a Owen Farrel como centro, pese a que Ford no está dando la talla. Y pese a levantar muchas dudas, ha dejado detalles muy interesantes. Por cierto, Lawes es segunda por más que se insista en ponerlo de tercera.

-GALES: Hay cosas interesantes que denotan la mano de Pivac. El trabajo de los pasillos interiores, las apariciones de los alas cerca de los agrupamientos, las diagonales hacia dentro de los tres cuartos... Pero la delantera ha perdido consistencia, como demostró en Dublin. Especialmente dolorosa la sangría en la touch, que condena su set-piece, hasta no hace mucho pilar de su perfil competitivo.

-FRANCIA: Galthie está dotando a Francia de una identidad. Para empezar ha ganado consistencia defensiva y en los puntos de conquista gracias a la incorporación de Shaun Edwards. Tiene la línea de tres cuartos más fiable del torneo, con jugadores desequilibrantes, complementarios y con un sentido lúdico incontenible. Delante ha congregado a un equipo de especialistas que además han entendido el principio máximo del equipo: la continuidad. Liderador por un 9 deslumbrante, Dupont, que lleva tiempo demostrando que se puede construir un equipo a su alrededor. Ntamack mezcla bien con Dupont, un 9 que genera ventaja como si fuera un 10.

-ESCOCIA: El equipo que más ha crecido delante, sigue perdido en ataque. Ante Irlanda e Inglaterra fue capaz de dominar el breakdown por momentos, lo que es un dato muy relevante. Pero no rentabiliza esa superioridad ni la convierte en un caudal de pelotas limpias para sus tres cuartos. No termina de sintonizar a su línea con un Hogg desastroso que ha asumido el puesto de capitán con ansiedad. Aparece en sitios insospechados para un zaguero y atrás es un manojo de nervios. Sin Finn Russell la pelota pasa por el 10 intrascendentemente y en el mediocampo sus centros adolecen de factor X.

-ITALIA: Más de lo mismo. No saben a qué juegan y sus carencias ofensivas les condicionan.