Lucas Eguibar revela a Eurosport su gran reto para Pekín 2022

Los grandes deportistas se demuestran en los peores momentos. Se crecen en las situaciones más adversas. Lucas Eguibar es uno de ellos como demuestra en esta charla con Eurosport. El pasado 15 de febrero “fue el peor día de mi carrera deportiva, de las peores de mi vida como decepción. La verdad es que ha sido esta temporada aunque no cambiaría nada de todo lo que está pasando porque estoy aprendiendo mucho y no solo en el deporte. Me he conocido más a mí mismo durante esta semana que en los últimos años.

La conversación comienza distendida y se nota que Lucas tiene ganas de hablar, está como con ganas de desahogarse, de soltar lo que tiene dentro. “He visto tu vídeo esquiando en Instagram, te vas a pasar al esquí o qué”, le suelta el periodista intentando romper el hielo. “Si. Compito en el Campeonato de España de Ski Cross (24 y 25 de marzo en Formigal)”. A partir de aquí, y tras varias preguntas de confirmación porque no daba crédito, la entrevista toma una dirección totalmente distinta a la esperada. “Me molaría clasificarme para China (Pekín 2022) en los dos (Snowboard Cross y Ski Cross). Era una idea que teníamos hace tiempo y viendo lo que ha hecho Ester Ledecka (la deportista checa que ha ganado dos oros, en esquí y snowboard, en PyeongChang) me ha motivado más. En snow seguiría yendo a por todas y en esquí ya vería. Sería en principio solo para clasificarme porque tendría que empezar de cero, con Copas de Europa y luego Copas del Mundo”, explica ilusionado Eguibar.

En este punto es interesante recordar que Lucas Eguibar empezó haciendo esquí alpino. “Fui subcampeón de España, creo que en eslalon hace 10-12 años”, recuerda el subcampeón del mundo de Boardercross que añade, “en 2009, con 15 años, me presenté con mi hermano al Campeonato de España de Ski Cross. En categoría absoluta mi hermano fue segundo y yo tercero y en junior fuimos primero y segundo. En el Ski Cross hay más igualdad. Hay más gente pero el nivel está más parejo. Lo bueno es que hay muchos circuitos que compartimos y eso me ayudaría en ambas disciplinas porque sería mirar desde otro punto vista. Pero bueno, es una idea que quiero probar y ya veremos” dice el abanderado español en PyeongChang.

Después de esta sorpresa, se reconduce la conversación hacia PyeongChang. “Fui bien a Corea. En los entrenamientos me encontré muy bien. Me caí en la clasificación porque iba muy rápido. Me había pasado otras veces y no pasaba nada. En la eliminatoria, ya en la salida me toque una vez con Baumgartner. Antes de mi caída, mire a la derecha, vi que (Visintin) no tenía a nadie a su derecha y fue error mío porque pensé que él se movería a su derecha para coger la curva por el interior pero no lo hizo. Me fui hacia él y me toqué antes del salto. Debí mantener la distancia. Fue un fallo mío. No seguí porque estaba en un sitio súper plano y sin velocidad. Después me quede un rato sentado en una esquina con la mente en blanco. Estuve todo el día bastante callado. Mi familia me intentaba animar pero no tenía el día. No lo pase bien”, recuerda Lucas.

Enseguida aparece el lado positivo del rider vasco. “Yo estaba jodido pero me alegraba por Regino. Nos ha venido al pelo. Es lo mejor que podía haberle pasado al deporte español en general y al Snowboard Cross en particular. Yo he aprendido mucho. Vivía solo para el resultado y las medallas y he aprendido que no necesito una medalla para saber quién soy. Seguiré haciendo lo mismo pero he aprendido que un resultado no me tiene que cambiar. Puede ser que hubiera perdido confianza en mi pero ahora he mejorado unas cosas, veremos si las puedo hacer bien y a ver qué pasa en La Molina. Voy con otra mentalidad. Quería hacer esos cambios y me ha tocado justo en este año. Ahora solo quiero salir adelante. Tengo nuevos retos”, reflexiona Eguibar.

La temporada no ha terminado porque este fin de semana tienen la Copa del Mundo en La Molina y en las dos semanas posteriores, las de Moscú y Suiza. Y después el Campeonato de España de Ski Cross que tendrá mucha expectación. A sus 24 años, el futuro está en sus manos. "Tengo intención de estar mucho años. Soy joven y tengo muchas cosas que aprender. Me encanta aprender también de otros deportes porque todo suma. Cuando se aprende es en momentos que se pasa mal y que duelen. Estoy muy contento porque lo que ha pasado me va ayudar para mi futuro. Me va a venir muy bien. Además, Regino y yo todavía podemos ganar el Globo de Cristal por equipos porque quedan las pruebas de Moscú y Suiza y estamos muy cerca”, remata el diploma olímpico en Sochi.