Basilea para despejar las dudas: El número uno se reencuentra en Suiza

Hace apenas mes y medio que Carlos Alcaraz lograba el mayor éxito de su corta carrera: conquistaba su primer Grand Slam, el US Open, y se hacía con el número uno del mundo, todo en una misma noche. Después de aquel glorioso día, el murciano comenzaba un duro examen: iba a tener que soportar la presión de estar en lo más alto y ser el rival a batir.

Solo habían pasado cinco días desde la final en Nueva York ante Ruud y Alcaraz ya estaba jugando frente a Auger-Aliassime en Copa Davis con España. Ganó el primer set con sufrimiento, pero acabó siendo remontado. Frente a un rival a priori más débil como Soonwoo Kwon acabó ganando, pero con más problemas de los esperados (6-4 y 7-6).

No volvió a jugar hasta dos semanas después, y le costó recuperar el ritmo. En Astana se estrelló en primera ronda frente a David Goffin (5-7 y 3-6). Era la primera vez en todo el año que perdió un partido sin ganar un set. La última vez fue en el Masters 1.000 de París en 2021, cuando perdió frente a Hugo Gaston en octavos de final (4-6 y 5-7).

Su debut en el ATP 500 de Basilea no fue precisamente el mejor. Sufrió de lo lindo frente a Jack Draper, al que tuvo que remontar con más corazón que cabeza. Superado ese trance, Alcaraz ha evolucionado en su juego y cogiendo sensaciones de forma progresiva. Frente a Van De Zandschulp y Pablo Carreño no ha cedido sets, y ha solventado sus mangas con cierta facilidad. Además, ha vuelto a dejar detalles de auténtico crack, como nos tiene acostumbrados a lo largo de este 2022 de ensueño.

Era imprescindible subir el nivel para llegar lejos en Suiza, y consciente de ello el murciano empezó enchufado su duelo ante el asturiano en cuartos de final. Llevó la batuta desde el principio, y no permitió ninguna desconexión. Y además, dejó dejó puntazos como éste.

Alcaraz vuelve a unas semifinales de un torneo ATP, donde se enfrentará precisamente a su verdugo en la Copa Davis, cuando estrenaba su número uno ante el canadiense Auger-Aliassime. Le aguó la fiesta, y ahora intentará evitar que el murciano alcance una nueva final. Toca seguir despejando dudas.