Blog Murciego: Del Potro y una duda para siempre

Cuando Juan Martín del Potro salga del vestuario rumbo a la Pista Central del ATP 250 de Buenos Aires, lo hará con una de las sensaciones más agridulces de su carrera. Sí, el partido supondrá su regreso a la competición casi tres años después, pero en su mente parpadeará la posibilidad de que este encuentro pueda ser el último de su trayectoria profesional. Era la noticia que ninguno queríamos escuchar, hasta que el pasado sábado no tuvimos más opción que quitarnos la venda ante la confesión del propio jugador en una sala de prensa conmocionada ante las lágrimas de un jugador rendido. Desde el momento en el que agarró el micrófono y soltó las primeras palabras, todos supimos que no sería un día fácil.

Llevo mucho tiempo sintiendo este momento, imaginándolo, creo que es uno de los mensajes más difíciles que me toca transmitir. Todo el mundo piensa que voy a hacer una vuelta al tenis, pero posiblemente no sea así. Vengo haciendo demasiado esfuerzo para seguir adelante y la rodilla me tiene viviendo una pesadilla. Hace muchos años que lo vengo intentando, muchas alternativas, tratamientos, médicos, distintas maneras de solucionarlo, pero no lo he logrado. Nunca imaginé retirarme del tenis si no era jugando en la cancha, así que no encontré mejor torneo que el de Buenos Aires para hacerlo”.

En el discurso de Del Potro se podía sentir la inmensa frustración que ha tenido que soportar en los últimos 12 años, quizás alguno más. Fue en mayo de 2010 cuando una lesión de su muñeca derecha empezó a golpear una carrera que iba camino de ser gloriosa. En marzo de 2014 llegaría una nueva lesión en la muñeca, esta vez en la izquierda, de la cual tendría que volver a operarse en enero y junio de 2015. Cuando por fin parecía resuelto este asunto, un nuevo obstáculo ocuparía el horizonte del argentino en junio de 2019: la rodilla derecha. Ese mismo mes volvió a pasar por quirófano, algo que repitió en enero y agosto de 2020. Muchos doctores, muchos diagnósticos, muchos intentos fallidos. Tantos que, finalmente, no solo se agotaron las balas, también la paciencia.

Lamentablemente, me tocó lidiar con muchas lesiones a lo largo de mi carrera pero, sin embargo, he cumplido todos mis sueños con el tenis, logré la mayoría de las cosas que quise lograr. Tal vez no vaya a tener una vuelta milagrosa como otras veces, sino que esté a la vuelta de la esquina otra decisión. Se me hace muy difícil jugar por el dolor, esto pasó a ser algo de la vida cotidiana, ya no sólo en el deporte”, subrayó el de Tandil, preocupado actualmente en que todas estas cicatrices no le supongan un hándicap en su día a día como persona.

Precisamente aquí reside su grandeza como deportista. Siendo probablemente el jugador con peor fortuna del siglo XXI, Juan Martín ha conseguido hacer historia dentro de la pista. Su US Open 2009 sigue emocionando cada vez que lo reponen, fecha en la que rompió la baraja del big three con tan sólo 19 años. A día de hoy, sigue siendo el único jugador en ganar un Grand Slam tras haber compartido semifinales con Federer, Djokovic y Nadal. Luego llegarían las medallas olímpicas, la de bronce en Londres 2012 y la de plata en Río 2016. En ambas tuvo que ganar a un tal Novak Djokovic para lograr su objetivo. Por último, pero no menos especial, Del Potro se vestiría de héroe para darle a Argentina la primera Copa Davis de su historia, remontando en Zagreb a Croacia colaborando mano a mano con un Federico Delbonis que se encargó de ponerle el sello a la Ensaladera. El mismo Delbonis que dentro de unas horas podría convertirse en el último jugador que le dé la mano en la red al tandilense.

La pasión por el juego y el amor por el tenis es lo que ha transformado a Del Potro en lo que es, un animal competitivo que nunca tiró nunca la toalla. Ese instinto es lo que siempre le empujó a buscar nuevos caminos, a soportar un dolor físico y mental incalculable. Hoy, con casi 34 años, era hora de aceptar su realidad con la cabeza alta y dejando la puerta abierta a un último milagro. "Me siento aliviado después de comunicarlo, no es fácil entrar en la pista y afrontar todas estas emociones. Tampoco descarto seguir consultado médicos y que alguno me diga por dónde pasa mi problema, ahí están los casos de Andy Murray o Pablo Andújar, ambos volvieron a jugar después de pasarla mal. Quién sabe, cualquier día las cosas cambian y todo empieza a mejorar”, valoró con esperanza el exnúmero 3 del mundo.

Ahora mismo hay un 99 % de posibilidades de que la carrera de Juan Martín del Potro termine esta semana, en su querida Buenos Aires. Siendo muy positivos, puede que también lo veamos en el ATP 500 de Río. En el mejor de los casos, puede que estemos sólo ante un parón, un descanso, un marcharse para volver más fuerte. Lo que nunca sabremos es qué hubiera sido de Juan Martín sin el castigo de las lesiones, un jugador que se ha perdido 26 Grand Slams por estar de baja, casi siete años de carrera arrancados sin piedad. Quedarán sus tiros, sus victorias y su alma de campeón, compartiendo mesa con los mejores. Pero quedará, por encima de todo, esa duda que nos quema acerca de un potencial por explotar. Un gigante cargado de nobleza al que las lesiones no le impidieron conquistar el título más importante de todos: el del cariño de la gente.