ATP Finals 2023 | Un extraterrestre llamado Djokovic: De la vida 'extra' a no tener rival en las semis y la final

El hambre competitiva de Novak Djokovic volvió a quedar patente en la Copa de Maestros, desarrollando su mejor tenis cuando más lo necesitaba. Y es que, si hacemos un repaso del torneo de el de Belgrado, no terminó de estar fino en el ‘round robin’, llegando a la última jornada con opciones de que fuera eliminado si Holger Rune ganaba a Jannik Sinner, no fue así y le dieron una nueva vida a un tenista único en su especie.

La oportunidad extra ha sacado el mejor nivel de Djokovic en toda la semana. Maniató a un Carlos Alcaraz que llegaba en una tendencia ascendente tras pasar como primero de grupo y firmó otra excelsa actuación en la gran final, haciendo parecer a Sinner un tenista completamente diferente al que le había ganado en la fase de grupos en la segunda jornada de competición.

Porque cuando Djokovic tiene la oportunidad de engrosar un palmarés se convierte en un auténtico tormento para sus rivales, lo que da mayor mérito si cabe a tenistas como Stan Wawrinka, Daniil Medvedev o Carlos Alcaraz, además de Roger Federer y Rafa Nadal, que consiguieron arrebatarle un título de Grand Slam en la gran final. No es lo habitual porque cuando el serbio lo necesita, deja de fallar, se muestra más agresivo e incluso se le ve cómodo en la red, su talón de Aquiles que ya no lo parece tanto a tenor de su mejora en esta temporada.

No puede decir Djokovic que no lo avisara en París-Bercy, haciendo un torneo con sensaciones prácticamente idénticas, sufriendo y dejando alguna duda para plantarse en la final, para acabar barriendo a Grigor Dimitrov en una final que apenas dio juego para los aficionados. El número uno del mundo no quería poner esta temporada como la mejor de su carrera deportiva, sin embargo, hay que tenerla muy en cuenta en el debate.

Cuatro finales de Grand Slam con tres títulos, el triunfo en las ATP Finals y la sensación de que pocos han podido toserle en un final de campaña que ha hecho recordar al nivel que mostró en 2015, donde curiosamente firmó estos mismos números, siendo derrotado en el ‘round robin’ por Roger Federer, al que acabó ganando en la final en dos sets en la Copa de Maestros.

El próximo objetivo de Novak Djokovic, uno que también parece que tiene entre ceja y ceja, es el de llevar a Serbia a conquistar de nuevo la Copa Davis, un trofeo que ya consiguió en 2010. Quizás es la guinda que le falta para que el 2023 pueda considerarlo el mejor de su vida con una raqueta en la mano, porque está claro que el pupilo de Goran Ivanisevic no parece de este mundo.