El análisis de Fernando Gómez: Nadal, Djokovic o McEnroe, principios que permanecen en la memoria

A medida que Rafa Nadal iba pasando rondas (término muy tenístico con un uso cada vez más limitado) hasta su subcampeonato en el Masters 1000 de Indian Wells, la ATP (Asociación de Tenistas Profesionales) iba actualizando las rachas ganadoras del balear tanto de principios de curso, como de la superficie rápida e incluso de todos los suelos confundidos. También de los que han sido mejores comienzos de temporada hasta que a cada uno de los destacados les llegó el día en el que les tocó ser el primero en estrechar la mano del juez de silla, como le acaba de suceder a Nadal ante el estadounidense Taylor Fritz. Al relacionar mi memoria con las comunicaciones de ATP eché en falta la recordada racha de John McEnroe en 1984. El estadounidense inició el tercer set de la final de Roland Garros con una ventaja de dos parciales ante Ivan Lendl sin conocer la derrota en todo ese curso. Sin embargo, jamás levantó la Copa de los Mosqueteros. El olvido se debe a que la creación de la ATP se produjo en 1990 y no incluye en muchos de sus datos períodos anteriores. Aquí sí lo vamos a incorporar.

De lo que no hay ninguna duda es en lo referido a que la racha mayor es la que lleva la firma de Novak Djokovic en 2011 y que incluye los 41 primeros duelos. La ampliaríamos hasta 43 si incluimos los dos últimos encuentros de 2010 en los que en su Belgrado natal contribuyó con las victorias en sets corridos sobre los franceses Gilles Simon y Gael Monfils al único título de Copa Davis serbio al cerrar la serie por 3-2. Lo curioso es que esta sucesión de éxitos también llegó a su fin en Roland Garros, en semifinales. Fue a última hora de la tarde del viernes 3 de junio (día en el que Nadal cumplió 25 años) cuando el suizo Roger Federer doblegó a Djokovic por 76(5) 63 36 76(5) en un partido que tuve la fortuna de narrar en Eurosport junto a Jordi Arrese. El serbio había llegado a París ya con 4 victorias en el curso sobre Nadal en las finales de los Masters 1000 de Indian Wells, Miami, Madrid y Roma. Además, con 7 títulos ya conquistados después de haber eliminado de su calendario Montecarlo. Terminó la temporada en el ático de la ATP con 10 trofeos individuales y solo 6 derrotas en 76 partidos.

En este párrafo nos ocupamos de la impresionante racha del mayor de los dos hermanos McEnroe, John, hace ya 38 años. El zurdo neoyorkino, aunque nacido en Wiesbaden (Alemania), ya había sido el mejor del mundo en las tres temporadas anteriores y al inicio de 1984 encontró un momento todavía mejor. Lógicamente acabó ese curso como primero por cuarta y última vez, tras sumar 13 títulos individuales y solo 3 encuentros perdidos de los 85 que jugó. Hasta la fecha siguen siendo los mejores números de una temporada completa. McEnroe había llegado al torneo que más deseaba ganar de los que no había conquistado con 6 trofeos individuales más el de la Copa Naciones o Copa del Mundo por equipos para Estados Unidos, después de contribuir con 4 victorias al éxito de Estados Unidos, con Checoslovaquia como rival en la final de Dusseldorf. Sobre la tierra batida alemana, John había conseguido ya su cuarta victoria del curso sobre Lendl, en las que solo había cedido un set. El entonces checoslovaco, a pesar de haber perdido las 4 finales de Grand Slam que había jugado hasta ese día, el 10 de junio, fue capaz de darle la vuelta a la final de Roland Garros y así conseguir el primero de sus 3 títulos en París y 8 de Grand Slam: 36 26 64 75 75. Como curiosidad, parte del camino triunfal hasta entonces de McEnroe había pasado por el actual WiZinK Center. El estadounidense salió de la moqueta madrileña colocada en el Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid sin ceder un parcial en 5 partidos y con solo dos desempates disputados. Nos ha contado el periodista Pedro Hernández, que le acompañó, que la celebración del título fue en un conocido restaurante especializado en pescados de la calle Capitán Haya, cuyo dueño era un gran aficionado al tenis.

La siguiente racha positiva de inicio de curso también pertenece a Djokovic, con una marca de 26-0. Y es muy reciente, pues combina tiempos prepandémicos con los del regreso a la competición tras el obligado parón de casi medio año. Las 18 primeras victorias llegaron antes de la interrupción y sirvieron para que el serbio aportara 6 al triunfo de su equipo en la nueva ATP Cup, para que ganara por octava vez el Open de Australia y también para acabar imbatido en Dubái. En el retorno prolongó la racha en la burbuja de Nueva York, donde se disputó el Masters 1000 de Cincinnati. Las 23 victorias solo tuvieron continuidad de tres más en el US Open, donde fue descalificado tras golpear a una jueza de línea con una pelota sin intención, pero con absoluta imprudencia. El suceso se produjo el domingo 6 de septiembre cuando perdía 6-5 todavía en el primer set contra Pablo Carreño, justo antes de iniciar un descanso. Las dos experiencias mencionadas del serbio y la de McEnroe parecen desanimar a quien se presente en un torneo de Grand Slam con más de 20 triunfos desde la última derrota, sucedida la temporada anterior. Djokovic concluyó ese año como número uno con 4 títulos de 8 torneos jugados. Solo añadió a los tres primeros su éxito en el Foro Itálico de Roma todavía en septiembre. Ganó 41 partidos y perdió 5.

Y la siguiente, recién cerrada, es la que mantenía a Nadal sin una sola derrota en 2022 después de haber completado tres torneos de distinta categoría y plantarse en la final del cuarto, el primer Masters 1000 del curso. Son 20 triunfos consecutivos antes de la primera derrota, a los que tratará de añadir más con el inicio de la gira europea de tierra batida que culminará en Roland Garros a partir del 22 de mayo y que supondrá su siguiente gran objetivo para tratar de recuperar el título parisino que no pudo defender en 2021. En Miami no competirá tampoco este año. Evidentemente, no podemos saber si Nadal terminará como número 1 esta temporada ni el número de títulos que añadirá a los tres que ya lleva antes de pisar la arcilla, pero los 3350 puntos, que ya ha asegurado en estos cuatro campeonatos, por si solos están muy cerca de asegurarle vivir toda la campaña en el top-10 si no volviera a jugar.

Cerramos el artículo con este último párrafo en el que recordamos las tres rachas de inicio de curso de 17-0 que Nadal ha superado en Indian Wells. También aquí encontramos otra de Djokovic, la que fijó en 2013 y que terminó con la remontada que sufrió en la semifinal del torneo californiano ante el argentino Juan Martín del Potro por 46 64 64. Ese año fue Nadal el que más puntos ATP sumó al final. La primera de las tres con 17 la firmó Pete Sampras en 1997. Al estadounidense, que acabó aquel curso por quinto año consecutivo como el mejor de las 6 veces que lo consiguió, le paró la racha el checo Bohdan Ulihrach también en Indian Wells, pero en el primer encuentro del de Washington, por 76(5) 75. Y la última lleva la firma de Roger Federer en 2018. Y también fue cortada en Indian Wells y por Del Potro, pero en esta ocasión ya en la final del primer Masters 1000 de la campaña. El resultado de aquel inolvidable duelo favoreció al de Tandil por 64 67(8) 76(2). Ese primer trimestre de competición de aquel año supone probablemente la última gran versión prolongada que se ha presenciado del jugador suizo, solo replicada justo un año después con títulos en Dubái y Miami y final de nuevo en Indian Wells, pero sin título de Grand Slam, como en Australia 2018, donde alcanzó su actual cifra de 20 en los Majors.