Blog Murciego: Sinner le sienta genial a Alcaraz

Si alguno todavía está enfadado por lo que pasó ayer en Pekín, que sepa que traigo buenas noticias. Antes de ser malinterpretado, dejemos clara una de las máximas del deporte de competición: ganar siempre es mejor que perder. ¿Siempre, siempre? SIEMPRE, lo pongo con mayúsculas para que no queden dudas. Sin embargo, eso no quita que luego vengan derrotas que puedan ser positivas, que no haya mal que por bien no venga. Claro que a Carlos Alcaraz le hubiera gustado vencer a Jannik Sinner en semifinales del China Open. Y por pedir, vencer hoy a Daniil Medvedev en la final, vengando en 24 horas sus derrotas recientes del US Open y el Miami Open. Pero se juntaron varios aspectos en su contra –incluida su baja actitud en el segundo set– para que la jornada terminara en decepción. A partir de aquí toca extraer el lado bueno de las cosas, tanto él como nosotros.

Lo que aprendimos ayer –por si alguno todavía tenía dudas– es que Alcaraz no será monologuista en un futuro. ¿Será el mejor? Sí. ¿El más dotado? También. ¿Estará solo? Nanai de la China, nunca mejor dicho en esta gira. Estará muy bien acompañado, en una jungla donde convergen varias generaciones, incluida la suya propia. Dentro de esa maraña es donde aparece la figura de Jannik Sinner, hasta el momento, el jugador que parece haberle tomado mejor las medidas. Ocho duelos directos, cuatro triunfos para cada uno, aunque el italiano puede presumir de algo que el español todavía no: haberle superado en todas las superficies. Este dato, que en la práctica puede parecer un mal presagio, es la garantía de que por delante tenemos asegurada una rivalidad de altura que mantenga la llama del circuito masculino. Toda la oposición que le faltó a Djokovic estos últimos años, parece que sí la tendrá el murciano a medio plazo. Porque en el tenis, como en la vida, siempre surge alguien con las armas y la valentía para dar problemas al poderoso.

Hay tantas esquinas donde perderse en las alturas que todos los ingredientes son necesarios para no sucumbir, hasta un rival en condiciones. Mientras esté Novak sabemos que lo que hay, no esperen que chavales 15 años más jóvenes puedan plantar batalla durante once meses al mejor tenista de la historia. Al menos, no en todos los eventos y no mientras el serbio se mantenga en un estado físico óptimo. ¿Y cuando se vaya Nole? Ahí es donde entra Sinner para responder, el aliciente para que Alcaraz sienta el peligro, se vea amenazado y entienda el riesgo de dormirse en la azotea de la clasificación. Ahora mismo hay un par de planetas de diferencia entre ambos, o esa es la sensación. ¿Qué hubiera pasado si el italiano se lleva aquel cruce de cuartos de final en el US Open 2022? De haber aprovechado alguno de los match points que tuvo, ¿hubiera ganado el título? ¿Dónde estaría Carlitos ahora? “If, if, if…”, que dirían en Manacor. Que las suposiciones no borren el mérito de la realidad, pero que sí nos sirva para entender que en un minuto puede cambiar la carrera de un jugador. Y del que está al otro lado.

¿Cómo asimila Carlos su última derrota con Jannik? Con la humildad del que se ha visto inclinado, pero la motivación y el deseo de volver a enfrentarle cuanto antes. “Es un jugador muy completo, lo hace todo bien, te lleva al límite en cada disparo. Tienes que golpear perfectamente cada pelota si quieres estar vivo en el punto, incluso si crees que le estás pegando muy bien a la pelota, él puedo devolver una pelota más fuerte que la tuya. Esto es algo que lo hace realmente bien, muy bien. Su resto también es asombroso y su servicio es muy bueno. Es realmente difícil jugar contra él, creo que su movilidad también es muy buena, tengo que encontrar la manera de vencerlo o ser peligroso para su tenis. Es complicado, por eso es uno de los mejores del mundo”, valoró el español, sabedor de la persecución que le espera.

¿Y qué piensa Sinner del reto de medirse a Alcaraz? Lo entiende como una oportunidad de medir su nivel, pero también de mandar un aviso a navegantes de lo que nos espera. "Sé que ya le he ganado antes, pero no me fijo en cuántas veces le he derrotado o cuántas veces he perdido contra él. Lo que sí puedo decir es que cada vez que nos enfrentamos hay un gran partido, es un muy buen emparejamiento. Ambos intentamos llevarnos al límite y creo que hoy lo volvimos a conseguir, el nivel fue altísimo. Hubo un par de puntos que cambiaron la inercia del partido, por suerte conseguí imponerme de alguna manera y eso me ayudó en los juegos posteriores para mantenerme muy tranquilo a nivel mental”, señaló el italiano, consciente de que esta vez el viento sopló a favor, pero que no siempre será así.

Necesita el tour esta rivalidad como el comer, para llenar el estómago después de veinte años de banquetes y barra libre. Ahora que Aliassime anda en tierra de nadie, que Rune no termine de encontrar el rumbo, que Musetti no da el salto al resto de superficies o que Shelton todavía está muy tierno, un cartel como es este Alcaraz-Sinner supone un camino de baldosas amarilla hacia una certeza: el circuito está en buenas manos. Unos días triunfará uno, otros lo hará el otro, pero siempre ganaremos todos.