El mundo del tenis debate su adaptación a los nuevos tiempos

Un reportaje de David Orenes y Agustín Galán.- Andrea Gaudenzi aún no ha tomado posesión de su cargo como presidente de la ATP -lo hará a principios de 2020- y ya ha puesto sobre la mesa un debate que puede modificar notablemente el mundo del tenis. Jannik Sinner alzó el pasado sábado el trofeo de las Next Gen ATP Finals 2019 y nuevamente se ha puesto de manifiesto que el formato del torneo que este año ha tenido lugar en Milán gusta a propios y extraños: juegos a cuatro sets, alta presencia de recursos tecnológicos y libertad para los aficionados para moverse por las gradas.

La duración de los partidos se ve notablemente acortada con este formato, llevando a los salones de la afición duelos que a duras penas alcanzan la hora y media de duración. Gaudenzi lo tiene claro: “Observo que los momentos importantes están en el 4-4 o 5-5. Entonces, en lugar de tener que tener que ganar dos sets a seis juegos en partidos a tres mangas, has de ganar tres sets de cuatro juegos, así logras aumentar los momentos cruciales y haces que el tenis sea más divertido”, aseguró la próxima cabeza visible de la ATP

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El debate planteado por Gaudenzi va directo a la fibra no sólo del tenis, sino de la gran mayoría de deportes, que compiten por hacerse un hueco entre las preferencias del aficionado, que en los últimos años no sólo tiene a su disposición una potente y nutrida oferta deportiva, sino también cultural. La aparición de diversas plataformas de streaming (deportivas, de cine, series, etc.) con oferta a la carta hace que el usuario sea el que tenga el poder de decisión de qué quiere ver y, sobre todo, cuándo quiere hacerlo.

El tenis está viviendo una revolución en los últimos años, no sólo con la entrada de formatos novedosos de torneos como las ATP Next Gen Finals o la Laver Cup que enfrenta a Europa con el resto del mundo. El aterrizaje de Kosmos, la empresa de Gerard Piqué que organiza desde este año la Copa Davis, también es percibida como un punto de inflexión notable para el statu quo del deporte de la raqueta. En una reciente entrevista a El Mundo, Piqué puso en el centro del debate a los millennials: “Ya no es sólo el tenis, sino que les cuesta seguir más todos los deportes; entonces, todo lo que sean eventos largos penalizan. Hay que hacerlos más emocionantes, lo piden los jóvenes, y por eso creemos que reducirlos es lo mejor, y además así los tenistas también pasarán menos tiempo en la pista”.

Russell Fuller, analista de la BBC, también se sitúa en esta línea reformista: “La audiencia de televisión del tenis está envejeciendo. Así que la pregunta que se hacen en la ATP es si un joven que ahora tiene 20 o 30 años se va a sentar a ver (y pagar por ver) un partido que puede llegar a durar cinco horas”.

No son sólo empresarios y periodistas los que valoran la necesidad de un cambio. Un emblema de la ATP como Andy Murray también se posicionó utilizando una vivencia personal: “Cuando vi el Nadal-Del Potro [Wimbledon 2018] desde la cabina de comentaristas, fue un gran partido, fue brillante, pero fue realmente largo verlo como un espectador por primera vez. Esa tarde tenía una reunión y me quedé sin cenar. No creo que puedas planear sentarte durante toda la semana a verlo todo. Mucha gente dejará los partidos y no los verá completos", dijo en una entrevista a The New York Times.

La discusión sobre la excesiva duración de los partidos no es nueva, y durante la última década han estado apareciendo nuevas ideas para convertir el tenis en un deporte más ágil y atractivo. La que más notoriedad ha alcanzado es el reloj de servicio, que apremia a los jugadores con una cuenta atrás para que no se demoren en el saque, algo por lo que Nadal.

El punto de oro, por el que se otorga el juego al primero que puntúe tras un 40-40; el match tie break, que convierte el set decisivo en un duelo hasta 10 puntos con dos de diferencia en caso de mantener la igualdad, o el mini tie-break a cinco puntos propio de la Copa Hopman han sido otras modificaciones para evitar que los partidos se alargasen ad aeternum. Hace ya varios años que los torneos ATP -a excepción de los Grand Slams- se juegan al mejor de tres sets y no al mejor de cinco, lo que también ha redundado en un acortamiento de la duración de los partidos para no cansar al espectador ni adueñarse de toda la programación televisiva del día.

Además de las ATP Next Gen Finals, ha habido otros formatos destinados a acercar al aficionado unos modelos más rápidos de consumir tenis. Fast4 Tennis es un modelo surgido desde Tennis Australia en 2014 con varias de las normas que se han empleado en la Copa de Maestros juvenil en Italia. Nadal lo comprobó de primera mano junto a Fernando Verdasco en una exhibición en Melbourne previa al Open de Australia en 2015. Otro modelo es el de Tiebreak Tens, un torneo que se ha celebrado en varias ciudades en los días previos a Masters 1000 en el que los jugadores se enfrentaban en partidos que no constaban más que de un tie-break, sin juegos ni sets.

Fast4 Tennis, a su vez, está considerado como una adaptación de Twenty20, un formato que busca también acortar la duración de los partidos de críquet, otro deporte en cuestión por la extensa duración de sus partidos. El golf, el atletismo, el béisbol e incluso el baloncesto (los aficionados ya pueden abonarse para ver por streaming sólo los últimos cuartos de los partidos) son otros deportes que están luchando por mantener el interés de la afición millennial y de la Generación Z, los nacidos después de la segunda mitad de los 90. Ésta será una de las grandes batallas de Andrea Gaudenzi a partir del próximo enero.