/origin-imgresizer.eurosport.com/2020/08/13/2863699-59019988-2560-1440.png)
Frío como un tempano. Absolutamente tranquilo y sin mostrar sentimientos de felicidad o satisfacción. Daniil Medvedev se dirigió a la red para saludar a Thiem y proseguir su camino hasta el juez de línea.
Después parecía algo más contento al recibir la copa, pero tampoco hizo nada reseñable o mostró una gran alegría al recibirla. Esta falta de celebración por parte del ruso es algo premeditado.
"Lo decidí durante el Abierto de los Estados Unidos, cuando tuve dificultades con el público. No celebro mis victorias. Eso es lo mío y me gusta", afirmó Medvedev.
El ruso lo ha adoptado además como una característica propia diferenciadora: "En el tenis creo que probablemente sea el primero, en el fútbol he visto jugadores que no celebran".