Nadal, mejor no mires el reloj

Rafa Nadal las ha tenido de todos los colores por los 'warnings' que a lo largo de toda su carrera ha tenido que aceptar. Son bien conocidos sus careos con Carlos Bernardes. Mítico y memorable el que tuvo lugar en el ATP de Río de Janeiro 2015. Una discusión en la que Rafa Nadal acabó por espetar al árbitro brasileño: “

”.

El consejo de los Grand Slams ha anunciado una propuesta para que el próximo Australian Open cuente con un reloj de 25 segundos en pista que cronometraría el tiempo que se toman los jugadores. Una medida de presión sin precedentes. Una cuenta atrás en toda regla a ojos del público y de los propios jugadores. Positivo para algunos y negativo para otros. Positivo para la agilidad del juego y para los jueces de silla, que podrán aplicar la regla de manera más justa y comprensible para los propios tenistas. Y negativo para la recuperación necesaria de los jugadores entre punto y punto, y negativo especialmente para aquellos tenistas que tienen una rutina de saque metódica y pausada. Tal y como ocurre en el caso de Rafa Nadal.

Tiene motivos para preocuparse el jugador de Manacor. La presencia física y explícita del reloj en pista ‘obligará’ a los jueces de silla a aplicarla sin tener en cuenta factores tan importantes como la duración del partido, la temperatura y las mil circunstancias que pueden darse en envites que se van en muchas ocasiones más allá de las cuatro horas de juego. Esto, unido a los 40 grados que llegan a sufrir las calurosas canchas de Melbourne y la humedad que reina en la ciudad australiana hacen de esta medida, en la humilde opinión del que aquí suscribe, un error.