Blog Murciego | “…pero falta una dominadora”

Esta semana no es una semana cualquiera. Esta semana vuelve la Nº1 del mundo. Lo hará en el WTA 500 de Ostrava, evento que celebra su tercera edición con la reunión de cuatro top10: Iga Swiatek, Anett Kontaveit, Paula Badosa y Maria Sakkari. Hoy nos centraremos en la primera de todas, no me apetece dar razones. Desde que la viéramos conquistar el US Open hace 23 días no hemos vuelto a saber nada de la polaca, tomándose un respiro considerable antes de afrontar el último tramo de la temporada. No se preocupen, a continuación vamos a abrir el cajón de las cifras para comprender lo que está consiguiendo esta mujer en la actualidad, que no es poca cosa.

A día de hoy, 3 de octubre de 2022, Iga Swiatek es la tenista con más victorias oficiales del mundo (57), tanto del circuito masculino como del femenino. Su balance muestra un 57-7 donde muchos querrán centrarse antes en lo malo que en lo bueno. Pues vayamos con lo malo. Esas siete derrotas llegaron en una tercera ronda, tres octavos de final, unos cuartos de final y dos semifinales: Barty, Collins, Ostapenko, Cornet, Garcia, Haddad Maia y Keys. O lo que es lo mismo, cinco top10 y dos top20 mundiales. Porque se puede caer muchas veces, pero no en cualquier ronda y, por supuesto, no ante cualquiera. Para repasar su 89% de alegrías, mejor pónganse la racha que firmó de febrero hasta junio, donde llegó a encadenar la mayor racha de triunfos del siglo XXI: 37 victorias seguidas.

Si miramos su vitrina, ha jugado siete finales y ha ganado las siete. De media la han robado cuatro juegos en cada una de ellas, el mejor ejemplo de la superioridad que la tenista de Varsovia imprime a sus rivales en los momentos de la verdad. Claro, que no sorprende nada este dato si tenemos en cuenta que este curso acumula diecinueve sets ganados por 6-0 y otros diecinueve sets ganados por 6-1. Su reciente conquista en Flushing Meadows terminó con una dinámica que duraba desde 2016 donde ninguna jugadora era capaz de capturar más de un Grand Slam por temporada. ¿Pero no decían que la WTA no tenía una dominadora? ¿Que por eso era un circuito menos atractivo? Calma, no saquemos tan rápido el sable.

Seguimos repasando los números de escándanlo de una jugadora que en estos nueve meses ha disputado once partidos ante rivales del top10 y ha ganado diez. Solamente tropezó en su primer evento del año, donde Barty la superó en semifinales del ATP 500 de Adelaida, la que por entonces era la Nº1 mundial y que colgaría la raqueta el pasado mes de abril. Todos estos éxitos le han ido otorgando ciertas ganancias económicas, situándola como la tenista profesional que más dinero ha reunido hasta el momento en 2022: casi ocho millones de dólares en premios (luego súmenle la publicidad). Suena bien, pero ni se les ocurra tomarlo con naturalidad, estamos ante cifras que no están al alcance de cualquiera. Esta temporada, de nadie más.

Para finalizar, acabemos con el dato más significativo, el que nos remite a la clasificación mundial. La polaca acumula ahora mismo 10.180 puntos en lo más alto de la tabla, perseguida por los 4.885 que suma Ons Jabeur en el segundo escalón. Es decir, que hay más distancia entre la Nº1 y la Nº2 del mundo (+5.295) que entre la Nº2 y la última jugadora del ranking individual femenino, una de las tantas principiantes que sonríen esta semana por tener su primer punto WTA. Donde también sigue sumando es en semanas como número uno, donde acumula ya 26, superando los registros en su momento de jugadoras como Naomi Osaka (25), Maria Sharapova (21) o Venus Williams (11). Por cierto, Iga Swiatek cumplió 21 años el pasado mes de mayo.

Pero ninguna estadística tiene tanto valor como la que no se halla en los libros. Si quieren poner a prueba a una gran campeona, nada más efectivo que sacar la lupa cuando sopla el viento en contra. En verano, cuando se cortó su racha de victorias y empezó a caer antes de tiempo, muchos pensaron que su magia se había terminado, que su temporada ya no traería más felicidad. Es entonces cuando aterriza en Nueva York y nos vuelve a cerrar la boca con su tímida sonrisa y un tercer Grand Slam en la maleta. Mes y medio le duró la ‘crisis’, pregunten a Sakkari, Badosa o Krejcikova si lo hubieran firmado. Eso sí, seguirán llegando las críticas por desconocimiento al circuito WTA, manteniendo que es un deporte menos comercial porque ya no hay una Serena Williams, por la ausencia de una dominadora. Desde luego, dominar es lo que hizo Ashleigh Barty entre junio de de 2019 y enero de 2022. A esto de Swiatek se le llama dictadura.