Blog Murciego: Algo está cambiando en la WTA

Por primera vez esta temporada no tenemos torneos del circuito WTA esta semana. Llega el clásico parón por selecciones, el momento donde las eliminatorias de Bille Jean King Cup ocupan el escenario, secuencia perfecta para hacer balance sobre lo acontecido en estos tres meses y medio de viaje. Pero de todos los datos que aparecen sobre la mesa, hay uno que llama especialmente la atención: la ausencia de nuevas campeonas. Jugadoras levantando su primer título profesional, una realidad de momento ficticia en este 2022. ¿Por qué está habiendo tan pocas sorpresas en este calendario? ¿Está evolucionando el vestuario femenino hacia una nueva estación? Lo vemos con datos y valoramos.

Todo viene de esa idea mal entendida del que asegura que en la WTA puede ganar cualquiera. Sí y no. Puede ganar cualquiera… que tenga un gran nivel de tenis, que por suerte son unas cuantas. Por eso, al girar el cuello, ya no nos volvemos locos al ver a una consagrada doblista ganar en Roland Garros o a una niña de 18 años conquistar el Us Open. Luego cuando la Nº1 del mundo sale por la puerta grande de Wimbledon y el Open de Australia no se habla tanto, la lógica nunca vendió periódicos, pero no hemos venido a hablar de esto. La reflexión que hoy nos ocupa es si algo está cambiando en 2022 respecto a años anteriores, un debate que se abre después de ver lo sucedido en las trece primeras semanas del calendario.

Pasamos lista. En total han sido 16 eventos disputados, los cuales se han repartido entre 13 jugadoras: Iga Swiatek (Doha, Indian Wells, Miami), Ashleigh Barty (Adelaida, Open de Australia), Simona Halep (Melbourne 1), Amanda Anisimova (Melbourne 2), Paula Badosa (Sydney), Madison Keys (Adelaida), Anett Kontaveit (San Petersburgo), Jelena Ostapenko (Dubai), Sloane Stephens (Guadalajara), Shuai Zhang (Lyon), Leylah Fernández (Monterrey), Belinda Bencic (Charleston) y Tatjana Maria (Bogotá). Quizá llame la atención los pocos torneos celebrados –de eso hablaremos otro día– pero el reparto sigue siendo bastante equilibrado. Sin embargo, las trece tenistas nombradas ya sabían lo que era ganar un título.

Por no irnos muy lejos, ¿qué fue lo que pasó en 2021? Que hasta 17 jugadoras estrenaron su palmarés a lo largo de los once meses de competición: Clara Tasuon (Lyon), Sara Sorribes (Guadalajara), Leylah Fernández (Monterrey), Veronika Kudermetova (Charleston), María Camila Osorio (Bogotá), Astra Sharma (Charleston), Paula Badosa (Belgrado), Barbora Krejcikova (Estrasburgo), Ons Jabeur (Birmingham), Liudmilla Samsonova (Berlín), Elena-Gabriela Ruse (Hamburgo), Tamara Zidansek (Lausana), Maryna Zanevska (Gdynia), Danielle Collins (Palermo), Emma Raducanu (US Open), Jasmine Paolini (Portoroz) y Ann Li (Tenerife). A estas alturas de la película, el ecuador del mes de abril, el curso pasado ya teníamos cinco nuevas campeonas. Hoy tenemos cero.

Este contraste nos deja varias lecciones. La primera es la confirmación de que el ranking WTA ha sufrido una revolución total, donde unas jugadoras (Kvitova, Serena, Svitolina, Kerber) han dejado paso a otras (Kontaveit, Badosa, Jabeur, Sakkari) en un top10 que cada mes está más consolidado. Esas mujeres que en 2021 rompieron la barrera de las diez mejores del mundo no se han arrugado, no se han frenado, no están pagando el mal de altura; todo lo contrario, hoy se muestran más férreas que hace unos meses, cuando eran las recién llegadas. Ellas han sido las que han puesto tan caro el desafío de ganar ahora mismo tu primer título WTA, al menos hacerlo desde una posición muy alejada de la cabeza de carrera.

Por lo tanto, si las mejores hoy en día ocupan por fin los primeros puestos, lo que nos obliga es a recortar la lista de candidatas a salir campeonas. Si antes decíamos que cualquiera del top60 podía dar la sorpresa, ahora tendríamos que dividir el pronóstico por la mitad. ¿Sabéis cuántas jugadoras del top 35 tienen actualmente vacía su vitrina? Ninguna. De hecho, solamente cuatro tenistas del top 50 (Tomlajanovic, Kalinina, Rogers y Martincova) están en búsqueda activa de levantar su primer trofeo. El periodo de transición dentro del vestuario femenino se acerca poco a poco a su etapa reina. Está en ciernes una nueva época de dominio por parte de unas cuantas elegidas y, seguramente, a finales de esta temporada conoceremos sus nombres.