Blog Murciego: El parón amenaza a los veteranos

Si algo hemos aprendido con la llegada del coronavirus es que las pandemias no discriminan. No importa tu edad, tu sexo, tu raza o tu profesión: todo el mundo está expuesto a esta enfermedad. En el mundo del tenis, el parón del circuito tampoco hizo distinción entre los jugadores, siendo todos enviados a su casa hasta nueva orden. Sin embargo, el día que regrese la competición, no todos volverán de la misma manera. Muchos aseguran que los veteranos serán quienes paguen realmente esta inactividad, aunque otros piensan todo lo contrario, que este descanso les vendrá de perlas. ¿Qué versión se impondrá? Se lo preguntamos directamente a tres soldados de la vieja guardia del tenis español: Pablo Andújar (34), Guillermo García López (36) y Tommy Robredo (37).

“Es una pregunta muy difícil, esto es algo que no se puede comparar siquiera a una lesión, ya que todos vamos a volver en la misma situación”, comienza apuntando Andújar. “Muchas veces, las retiradas llegan por falta de motivación, por rutina y cansancio de hacer tantos años lo mismo, en ese aspecto veo esta fase como algo positivo, habrá gente que haya parado y a la vuelta lo coja todo con un aire nuevo. Al mismo tiempo, significa tener un año más en las piernas, el riesgo de superar esa barrera de los 35 y que todo empiece a pesar un poco más. Cada uno tiene su cuerpo y sus circunstancias, de ahí la dificultad de darte una respuesta única”.

“Independientemente de tu edad, en el deporte profesional afecta siempre cualquier parón”, continúa García López. “Nosotros llevamos parados ya dos meses, así que nos va a costar muchísimo más que cuando nos vamos de vacaciones o cuando tenemos una lesión, pero afecta tanto a jóvenes como a mayores. Obviamente, le costará un poco más a los veteranos por la dificultad de recuperar esa forma física, pero no mucho más que a un chico de 25 años. Por suerte, tiempo por delante para recuperarse vamos a tener”.

“Un parón así afecta muchísimo, es como si tuvieras una lesión grave y estuvieras sin jugar muchos meses, además de la incertidumbre de no saber cuándo volverán los torneos”, señala Robredo, el más veterano de los tres. “Esa incertidumbre es muy dura para la cabeza. Cuando tienes una lesión, sabes que vas restando días, sabes más o menos cuándo podrás volver. Ahora, el entrenador te puede animar a entrenar porque entramos en Fase 1, pero igual faltan 4-5 meses para que regrese el circuito. El estado de forma se pierde en cuando estás 20 días sin hacer nada, yo llevo dos meses sin tocar una raqueta. Muchos jugadores vamos a empezar lesionados, algunos lo pagarán en cuanto suban un poco la intensidad de los entrenamientos, será duro”.

Tenistas como Federer (38), Nadal (33) o Djokovic (32) son casos evidentes de una madurez inusual dentro del circuito, tenistas que deberán reinventarse en todos los aspectos para que este 2020 no les pase factura. Sin embargo, David Ferrer comentaba hace unos días en una entrevista para esta casa que los veteranos se verán beneficiados por todos esos meses sin viajar, subrayando que ese descanso físico y mental les sentará de maravilla. “Yo creo que no, todo lo contrario”, asegura Robredo, actual 214º del ranking. “Cuando tú haces un parón voluntario para alargar tu carrera o para darle un respiro al cuerpo, son cosas que tú decides. Un chico de 18 años puede volver a ponerse en forma en un mes, pero alguien de 35 para arriba necesita dos o tres, cuesta más poner los músculos a funcionar. A la gente mayor nos va a costar más, aunque esto no se demostrará hasta que vuelva la competición. Piensa en un chico 18 años, sale de fiesta hasta las 06:00 y al día siguiente está nuevo. El de 30 años ya no sale hasta las 06:00 porque le cuesta pero, si lo hace, luego está dos días para recuperarse. Cuando tú tienes el cuerpo parado dos meses, el de 18 siempre se va a recuperar antes que el de 35”, explica el de Hostalric.

Guillermo García López le da un giro al debate y se centra más en el aspecto mental. “A la gente más veterana quizá le pueda beneficiar a nivel psicológico, entendiendo que, al pasar más tiempo en casa, han cogido energías y ahora tengan más ganas de volver y competir. Este parón puede haber ayudado a dosificar. No creo que ninguno tome una decisión drástica, como puede ser una retirada, ya que todos nosotros estamos bastante acostumbrados a retomar la actividad física, pese a que ya no tengamos el cuerpo y la vitalidad de un chico joven. Nos podrá costar un par de semanas más, pero lo haremos, siempre y cuando mantengamos esa motivación a nivel mental”, confiesa el de La Roda.

“Sinceramente, me parecía una locura que un jugador decidiera retirarse por esto, lo veo casi imposible”, valora Pablo Andújar, alguien que puede hablar mejor que ningún otro lo que significa llegar a plantearse una retirada. “Si han podido durar toda su carrera, creo que se pueden y se merecen esperar a que al menos se vuelva a competir. En mi caso, supongo que me afectará como a todo el mundo, es evidente, ahora mismo el objetivo es perder la menor forma posible, pero todos vamos a perder algo de forma. La verdad, tampoco es algo que me preocupe en exceso, veo que todavía nos queda por delante mucho tiempo para entrenar, nos quedan muchas semanas hasta que el circuito vuelva. Al final acabaremos cansados pero de entrenar, de esperar y esperar para volver a jugar”, afirma el valenciano.

García López, por su parte, explica cómo ha empezado a notar ya algunas ausencias físicas, aunque también ha encontrado otros aspectos positivos. “He perdido fuerza, movilidad de pies, intensidad, eso es evidente después de tanto tiempo parado. Sin embargo, noto que he ganado mucha frescura a nivel mental. Al estar tanto tiempo sin jugar, ahora lo voy a coger con más ganas, poco a poco sientes que vuelves a tener objetivos, ya sea en los entrenamientos o mirando a largo plazo de cara a los torneos. Eso es lo que acaba dando sentido a todo lo que haces”, señala desde la ilusión.

Por último, Tommy Robredo pone el lazo a este artículo afirmando lo que todos pensábamos, que los veteranos sufrirán más que los jóvenes cuando todo vuelva a la normalidad, pero que esto no significará una derrota antes de tiempo por su parte. “Ni mucho menos he pensado en la retirada. Mi idea es que, con suerte, en tres o cuatro meses se pueda volver a competir, ahora mismo de lo que más ganas tengo es de volver a jugar a tenis. Después de todo lo que he pasado, no será un virus lo que consiga pararme”.