Blog Murciego: La ‘metamorfosis' de Aliassime

¿Pero este no era el que perdía las finales? Si tú también te llevas haciendo esta pregunta las últimas semanas, bienvenido al artículo más esperado de todos. Sí, fui yo el que le puso la etiqueta de ‘pierde-finales’, pero no con con mala intención. De hecho, allí dejé suficiente escrito, y de manera bastante clara, que solo era cuestión de tiempo que Félix Auger-Aliassime comenzara a meter copitas en su vitrina. Pero claro, cuando pierdes las ocho primeras finales de tu carrera, lo siento pero no hay manera de librarse del apodo. Menos mal que nada es para siempre. El chico que perdía finales ahora las gana, lleva tres consecutivas para un total de cuatro en su carrera. El balance todavía es negativo (4-9), pero las sensaciones son muy diferentes, ya nadie se atreve a señalarle con el dedo cada vez que pisa una última ronda. ¡Menuda metamorfosis!, pensarán muchos lectores. Sí en los números, sí en su mente, pero su tenis era y sigue siendo el mismo escándalo de siempre. No llamemos revolución a los que simplemente es evolución.

Ante las dudas, títulos. No hay mejor remedio, demostrado queda. Florencia, Amberes y Basilea, o lo que es lo mismo, 13 victorias consecutivas. Tres títulos en catorce días para un Aliassime que fue superando de manera ininterrumpida a Otte, Nakashima, Musetti, Wolf, Guinard, Evans, Gasquet, Korda, Huesler, Kecmanovic, Bublik, Alcaraz y Rune. Vale, entre todos estos nombres solamente hay un top20, pero es el actual número 1 del mundo, al que ha derrotado en todos sus enfrentamientos (3-0). Resulta que el canadiense ha conseguido algo mucho más importante que superar a los que están por encima de él en el ranking, ya que ahora también es capaz de no fallar contra los que están por debajo. Esa es la clave de los mejores, caer solo cuando hay que caer, dando de vez en cuando la sorpresa. Mostrándote sólido cada vez durante más semanas del calendario, es la famosa consistencia que te lleva al top10, una escalera que Félix no ha parado de recorrer en los últimos torneos. Ahora mismo ya ocupa el octavo lugar mundial, aunque no se extrañen si de París sale entre los cinco primeros y un billete en la boca para el Masters.

¿Y por qué? ¿Por qué ahora y no enero? ¿Por qué ahora y no en 2021? Muy fácil: porque Aliassime cumplió 22 años el pasado mes de agosto. Por muchas finales que haya perdido, todo premio que le llegue seguirá siendo precoz, todas sus conquistas deberían ser noticia y cualquier éxito que alcance lo hará más pronto que el 90% de sus compañeros de generación. El problema es que las personas no tenemos tiempo, ni para nosotros ni para el que está enfrente. Con este chico dimos por sentado que acabaría siendo una estrella mundial, pero verle perder finales en las primeras páginas del libro nos hizo dudar. No era un caso común: ni en lo bueno en lo malo. Solo después de mucho pensar, entendimos que era mucho mejor perder finales que no jugarlas, lo cual nos hizo guardar nuestro perfil más crítico y dejar que el tiempo pusiera las cosas en su sitio. Hoy Félix acumula un total de trece finales en su carrera –disputadas en todas las superficies posibles–, habiendo ganado cuatro de las cinco últimas, dos de ellas en eventos ATP 500. Claro que sigue teniendo rivales con mejores registros, ¿pero acaso nos fijamos en cuántos van persiguiendo su matrícula? Más allá de los números, díganme ahora cuántos muestran el respeto, trabajo y la humildad de este chico. Y si encima ahora también gana los domingos, apaga y vámonos.

Ha sido una semana increíble. Una vez más en una final, sin que me rompan el servicio en todo el torneo”, valoró tras su victoria en Basilea. “Está siendo un año largo, una racha larga de victorias increíble, y aún no ha terminado. Espero poder seguir adelante, ahora mismo siento dentro de mí todas las buenas sensaciones que conlleva ganar un torneo. Es increíble, venía jugando bien, pero siempre es difícil de esperar algo así. A veces, cuando gano, no muestro demasiado mis emociones, pero en el momento de la victoria todo ha salido fuera, he sentido un gran alivio”, confesó exultante el canadiense, reconociendo que todavía sigue notando esa presión, casi obligación, del instante en que le toca afrontar una final individual. Afortunadamente, esto le acompañará toda la vida, ya que por delante le queda todavía una larga lista de finales que celebrar.

Es el cuento de siempre, donde nunca importa demasiado cómo empiece. Félix ha confirmado que no solamente tiene talento para convivir con los mejores, sino también para pelear con ellos, para agenciarse sus títulos. Con la humildad de siempre, una dosis extra de experiencia y una dinámica de jugador invencible, el canadiense aterriza en el último tramo de temporada con la raqueta iluminada. París-Bercy y las Nitto ATP Finals serán sus últimas paradas, donde muchos ya le dan como gran candidato a dar la campanada. ¿Saben que todos sus títulos los ganó bajo techo? ¿Saben en qué condiciones se juegan estos dos últimos eventos? No queremos emocionarnos, tampoco hacer apuestas, lo que sí queremos dejar claro es que aquí tenemos a un hombre que en 2023 estará listo para luchar por todo [Alcaraz, toma nota]. Respecto a lo de metamorfosis, olvídense del término, no ha sido para tanto. Aquella pelota que antes se marchaba al pasillo, ahora cae la línea. Así es como algo tan básico puede llegar a cambiar a un tenista por completo.