Blog Murciego: ¿Y qué pasa con los tenistas fuera del 'top' 100?

Parecía que tenía que salir alguien con renombre a subrayarlo y ese fue Patrick Mouratoglou. El técnico francés, al frente de la carrera de Serena Williams desde finales de 2012, emitió un comunicado a través de sus redes sociales confesando la preocupación que siente por los tenistas profesionales que no se ubican estos días en la élite del top 100. Ya saben, aquellos que no están acostumbrados a disputar semifinales de Grand Slams y sí a pelear en las fases previas. Una larga lista de nombres que tendrán que sentarse y reflexionar de qué manera superar esta revolución social que pone en jaque su equilibrio económico. Como siempre, lo mejor para entender la situación es acudir a los protagonistas.

A Pedro Martínez Portero le sirvieron seis torneos en este 2020 para confirmar que su momento había llegado. Seis semanas en las que no hizo sino sumar, crecer y evolucionar hasta alcanzar su mejor ranking profesional: 106.º. Sin embargo, el coronavirus se cruzó en su camino para frenar en seco este ascenso. “A mí me afecta una barbaridad, la verdad”, declara el de Alzira en una conversación telefónica con Eurosport. Por suerte, en este inicio de temporada me han ido bien las cosas y he podido facturar bien, eso me ayuda a llevarlo mejor estos meses, donde tendré que seguir pagando a mis entrenadores pese a no poder ingresar. Eso sí, me tocará tirar de ahorros, algo que no tenía pensado. También tocará seguir pagando la cuota de autónomo, el seguro de lesión, los asesores, el preparador físico, mil gastos que tenemos los tenistas que se mantienen con o sin coronavirus”.

Un buen amigo suyo, casi vecino, se suma al debate compartiendo su posición ante la crisis. “Lo estoy pasando bastante mal, por no decir fatal”, opina Carlos Taberner, número 175 del ranking. “Es una situación muy complicada, como todo el mundo se puede imaginar. Los ingresos ahora mismo son cero, no sabemos cuándo volverá el circuito, incluso cabe la opción de que no volvamos a jugar más esta temporada, por lo tanto, no habría más ganancias. Creo que hace tiempo que el objetivo ha pasado a ser perder lo menos posible. En mi caso, de momento no estoy tirando de ahorros, tan sólo llevamos un mes, pero con el tiempo ya veremos lo que pasa y cómo evoluciona esto. Ojalá se solucione, de momento estamos congelados”.

Obviamente, el circuito femenino también se ve salpicado por esta pandemia. Allí nos trasladamos para escuchar a Georgina García Pérez, actualmente 282.ª del mundo. “Es jodido, la verdad, dependerá de cuánto dure esto. Ahora mismo estoy tirando del dinero que tengo ahorrado, el problema es que no estoy ganando nada. Cuando juegas torneos, lo normal es ir haciendo cuentas cada semana y ver dónde ganas un poco, el gran problema será si tampoco se juegan los Grand Slams, sobre todo para los que estamos fuera del top 100”, define la catalana. “Hace unos días me comentó una jugadora que igual cancelaban la qualy de Roland Garros este año, eso es un dinero con el que yo contaba, aunque ahora mismo no tenga ranking para jugarla. En mi caso, se suma que este año me he ido a vivir sola y ahora me veo con un montón de gastos que me cuesta afrontar. Incluso ponerme a estudiar algo supondría otro gasto. La situación es realmente estresante, cabe incluso la opción de que vuelva el circuito y algunos nos hayamos quedado sin dinero, por lo que no podríamos viajar”, refuerza con preocupación.

¿Y qué harán ATP y WTA? ¿Echarán un capote a sus jugadores y jugadoras? ¿Se quedarán de brazos cruzados? “Sé que hay un consejo de jugadores en el que Djokovic es el presidente, pero está copado por los de arriba, no sé si lucharán para que los de abajo tengamos algún tipo de ayuda, aunque ahora mismo sea tan urgente como necesaria”, afirma Pedro Martínez. “Imagino que estarán trabajando en ello, los jugadores somos los verdaderos trabajadores de la ATP, sin nosotros no habría circuito. Si de mi dependiera tendería una mano a los tenistas que están del 60.º al 400.º, a partir de ese escalón es donde ya no todo es tan bonito”.

Es la pregunta del millón, la que nos hacemos todos los jugadores durante estas semanas”, añade Taberner, atento como el resto de sus compañeros a posibles novedades. “Si fuera la ATP, yo sí intentaría ayudar de alguna forma a los jugadores, aunque no sabría decirte hasta qué ranking ni cuánta cantidad, no es fácil definir ese baremo. Lo que está claro es que cualquier ayuda sería buena en estos momentos, si no podemos volvernos locos de aquí a diciembre haciendo números. Desconozco cuál es el presupuesto de la ATP ni si esta idea es una utopía, pero al menos deberían pensarlo e intentarlo”, sentencia el valenciano.

Algo deberían ayudar, aunque no es fácil”, completa Georgina, sabedora de la complejidad del asunto. “Si tú estas en el top100 no tienes ningún apuro económico, el problema son los demás. De momento, sí te puedo decir que ya hay jugadoras que se han movido y están buscando abogados para denunciar a la WTA y a la ITF, perfiles que no han tenido la suerte de nacer en una familia con mucho dinero y ahora no pueden abordar todos estos gastos, aunque es evidente que ahora no vamos a ponernos a solucionar una problemática tan oscura como la diferencia de clases”.

La fotografía es histórica con un parón inédito y una pandemia que todavía no hemos podido controlar. Algunos aseguran que aprenderemos mucho de esta situación, que entenderemos de una vez que todos somos iguales, que las enfermedades no discriminan, que afectan a todos por igual, sin importar su raza, edad, sexo, ideología u ocupación laboral. Sin embargo, basta una vez más con poner la lupa sobre la mesa concreta –en este caso la del tenis– para ver que el coronavirus no golpea a todos por igual. Fuera del top 100, la cuarentena se lleva mucho peor.