ATP Cup 2020 (final), Djokovic-Nadal: Lujo antes de la batalla final (6-2 y 7-6, SER 1-1 ESP)

Novak Djokovic. En los inicios de año, Nole es el rival a batir en el circuito masculino. Australia lo tiene adoptado como si fuera uno más de sus tenistas y raro es el mes de enero que no empieza como una locomotora. En espera de que Nadal consiga un mayor ritmo y aclimatación en el país oceánico de cara al Open de Australia, Djokovic es ligeramente superior y lo demostró desde el inicio con una determinación admirable para mantener a Serbia con vida en el torneo.

Rafael Nadal. Su actuación en esta ATP Cup quizá no ha alcanzado la excelencia de los heroicos éxitos que ha acumulado en su trayectoria. El fuerte calor de Sídney ha hecho el cambio de sede más duro de lo esperado y en este caso el rival que estaba enfrente era mucho más poderoso que los anteriores, lo que hizo que su estrategia de ir creciendo en el partido resultara insuficiente ante un titán como Djokovic.

Una de las ventajas que trae la ATP Cup es que puede ofrecer duelos de altura como este Djokovic-Nadal en la primera semana oficial de competición, algo completamente inusual en años anteriores. La desventaja es que puede ocurrir que los protagonistas no estén aún en su punto álgido de forma, y eso es lo que está sucediendo durante toda la semana con Nadal, superado por David Goffin y presionado al máximo por De Miñaur en días anteriores.

Djokovic no ha tenido tantos problemas para adaptarse a las particularidades del severo verano australiano y además cuenta con el favor del público. Estos pequeños detalles pueden marcar grandes diferencias cuando se trata de un partido entre los dos mejores del planeta, y en el primer set se pusieron de manifiesto en toda su magnitud. Djokovic, concentrado y convencido de sus posibilidades, rompió el saque del balear en el primer juego y a partir de ahí se alió con el público en un torrente que Nadal no pudo sujetar en ningún momento.

Con dos breaks, el primer set ni siquiera llegó a los 40 minutos. De nuevo Nadal tenía que sacar la casta para remontar, y su progresión en el segundo fue notable. Poco a poco fue sintiéndose mejor sobre la pista, aunque no terminaba de romper el saque de un Nole impenetrable. Con el set en su zona decisiva, Djokovic supo mantener mejor la compostura que De Miñaur y ni siquiera un Nadal bastante cercano a su mejor versión lo puso nervioso. Djokovic pudo haberle hecho una última rotura, pero Nadal resurgió de sus cenizas por enésima vez. Un punto rozando la línea con el serbio por los suelos y un paralelo sencillamente imposible lo metieron de nuevo en el duelo y supusieron el 5-6.

En el tie-break Djokovic empezó a notar ciertas molestias en la cadera, pero supo sacar adelante el envite para alargar la final hasta el tercer partido. El número dos evitó que la final de la ATP Cup tuviera un desenlace veloz y puso en valor los dobles, uno de los principales objetivos del torneo cuando se presentó hace unos meses. España y Serbia se lo jugarán todo con sus parejas, aunque la sorpresa ha saltado en el equipo español donde lo disputarán Feliciano López y Pablo Carreño. Djokovic, doblará.