ATP Cup 2020 (final), Lajovic-Bautista: En la mesa de los más grandes (5-7 y 1-6, SER 0-1 ESP)

Dusan Lajovic. No se le puede restar méritos a Dutzee. Planteó el partido con inteligencia ante un Bautista en estado de gracia y no se vino abajo tras verse en sólo 13 minutos con un 0-3 por debajo en el marcador. Resistió todo lo que pudo, como se espera de un tenista en una final, pero tenía enfrente al indestructible tenista español que más ha brillado en esta ATP Cup 2020, y eso, teniendo a Nadal activo en la Armada, son palabras mayores.

Roberto Bautista. Rafa Nadal no regala elogios ni palabras vacías en las ruedas de prensa, y advirtió tanto a pie de pista como en la sala de prensa que Bautista estaba en un gran momento de cara a la final. El castellonense está ahora mismo en disposición de asaltar directamente el top 5 de la ATP, y todos los presentes en el Open de Australia desean que no caiga en su mismo lado del cuadro ese muro impenetrable que responde al nombre de Roberto Bautista Agut.

Hoy por ti, mañana por mí. Si en Madrid fue Nadal el que tuvo que mostrar un despliegue físico exhuberante para que la Copa Davis se quedara en España, en Perth y Sídney está siendo Bautista el máximo exponente de la Armada. El número nueve del mundo es uno de los mejores tenistas del circuito en la lectura de los partidos, amoldándose a cualquier guion desde un servicio prácticamente inabordable como principal premisa, y así lo demostró en el primer punto de la final ante Serbia.

Nick Kyrgios pagó muy cara su entrada con una concentración mínima en la semifinal, y Lajovic elevó bastante el nivel de exigencia. De inmediato, el tenista de Belgrado fio sus opciones de triunfo a plantear juegos largos y elaborados para, poco a poco, ir mermando la resistencia de Bautista al otro lado. Craso error. Bautista aceptó la propuesta y esos peloteos más propios de la tierra batida fueron cayendo uno a uno del lado de la Armada. A los 13 minutos, Novak Djokovic y Rafael Nadal enfilaban el túnel de vestuarios para empezar a preparar su partido y en el marcador lucía un rotundo 0-3.

A pesar de este inicio, Lajovic no se descompuso al estilo Kyrgios. Siguió batallando con una mayor dosis de orgullo propia de los jugadores balcánicos y le levantó el break a Bautista con eficiencia. El set avanzó con una igualdad extrema, y sólo en el límite del tie-break fue capaz Bautista de confirmar nuevamente una de las varias bolas de rotura de las que dispuso. Antes de entrar en terreno incierto, España se llevó el set por 5-7 tras más de una hora de batalla sin cuartel.

La segunda manga comenzó igual que la primera, con un Bautista con ganas de pisar el acelerador. De nuevo, tras un cuarto de hora Lajovic se vio 0-3, pero esta vez no esperaba ceder un segundo break consecutivo. En los estertores competitivos de Lajovic aún había material para intentar despertar con un contrabreak, pero Bautista ya no estaba en disposición de ceder más terreno. De nuevo, rotura al saque del serbio y billete directo para el primer punto. En 2020, Roberto Bautista oposita para comer en la mesa de los mejores tenistas del planeta.