Miami Open 2019, Bautista-Isner: Un cañón para derribar la muralla (6-7(1) y 6-7 -5-)

Roberto Bautista. Batallador como siempre, pero impreciso en los momentos de partido donde se requería de lo mejor de uno para decantar la balanza en un duelo tan igualado. En el primer tie-break cedió con demasiada facilidad la manija en los peloteos y en el segundo se dejó remontar un arranque fulgurante con 3-0 en el marcador. A pesar de todo, puede irse satisfecho después de haber superado por segundo ocasión consecutiva al número uno del mundo, Novak Djokovic.

John Isner. No tiene el juego más vistoso del circuito, aunque no llega a los niveles de su compatriota Opelka, pero en su terreno es el mejor. Un potente servicio te abre muchas puertas en partidos que se terminan resolviendo por mínimos detalles y cuando estuvo presionado salió a su rescate salvando primero una bola de break decisiva en contra en la segunda manga y el 3-0 en el posterior desempate. El defensor del título sigue vivo en Miami.

Uno sabe lo que se atiene cuando John Isner es el tenista que se encuentra al otro lado de la pista y Roberto Bautista era muy consciente de que iba a tener un partido muy diferente al que le había servido para derrotar al número uno mundial en la cuarta ronda. El castellonense tenía que apuntalar su servicio y buscar la manera de encontrar una oportunidad al resto ante todo un cañonero. La primera parte de la ecuación la cumplió a rajatabla, pero en la única oportunidad que concedió el norteamericano el español no estuvo fino.

La primera manga se debatía entre los saques directos de Isner y el intenso juego de peloteo que siempre que podía, Bautista hacía imperar sobre la pista del Hard Rock Stadium, aunque para su desgracia, seguramente fueron menos los intercambios de más de diez golpes de los que hubiera preferido el castellonense.

Era el ganador en Crandon Park el curso pasado el que contaba con la oportunidad de rotura, sin embargo, el camino del partido hacia el desempate en la primera manga era inevitable. Fue ahí cuando se creció Isner, si es que un tenista de más de dos metros de estatura puede parecer todavía más grande, y donde Bautista no estuvo nada fino. Sus errores le condenaban a seguir peleando en la segunda manga, pero con un set en contra en la mochila (6-7(1)).

Roberto es todo garra y pundonor y lo volvió a demostrar una vez más cuando en su primer turno de servicio parecía haber olvidado el final del desempate. Juego en blanco y nuevamente a apuntalar su saque, aunque en el resto se empezaba a vislumbrar la posibilidad de que pudiera pescar en río revuelto. Era un mínimo resquicio que no llegaba a convertirse en grieta en el muro formado por el cañonero de Carolina del Norte.

La bola de rotura llegó y con el añadido de ser también oportunidad de set. Pero Isner se crece cuando se encuentra por debajo en el marcador con su servicio y es que la confianza que tiene en su mejor arma es gigante. Salvó la situación y el partido se encaminó a un segundo desempate, donde el resultado iba a ser como el anterior, victoria para el norteamericano, aunque esta vez tuvo que pelearlo más. El 3-0 con el que empezó Bautista no fue suficiente y quedó fuera de luchar por llegar a semifinales (6-7(5)), donde el estadounidense se medirá al ganador del duelo entre Félix Auger-Aliassime y Borna Coric.