Lo que hemos aprendido del Rafa Nadal-Gael Monfils y de este Masters 1000 de Montecarlo

Rafa Nadal, un jugador que apuesta por un tenis defensivo, encontró en Gael Monfils la horma de su zapato. El tenista de Manacor cambió alturas y buscó largos intercambios que lejos de molestar al jugador francés le hacían crecer en confianza. El partido fue un toma y daca de largos peloteos defensivos donde se impuso quien menos falló.

Ni Rafa Nadal ni Gael Monfils tienen en su servicio un arma con la que desmontar a sus rivales. Una pista lenta y pesada tampoco favoreció sus saques y ambos supieron sacar ventaja de la situación al resto. Las dobles faltas hicieron aparición en pista con el cansancio según avanzaba el partido. Solo en la última manga con un Gael Monfils desfondado, Rafa Nadal fue capaz de ganar su servicio con autoridad.

Montecarlo amaneció con un día encapotado. Un día gris en el que las nubes descargaron sobre la central del Masters 1000 monegasco durante un par de horas. Una situación que cambió radicalmente la condiciones de la pista. Nadal y Monfils se encontraron con una pista lenta y pesada. Una pista donde los efectos perdían potencia y minimizaban la poderosa derecha de Rafa Nadal. Una situación que a la postre permitió al jugador francés sufrir menos y manejar los peloteos de fondo de pista con más seguridad.

Hacía 23 meses que Rafa Nadal no levantaba un título de Masters 1000, el último tuvo lugar en el Masters 1000 de Madrid 2014. Un dato al que acompañan las buenas sensaciones que viene dejando el tenista de Manacor en estos últimos meses. Recuperado de los problemas que han marcado su juego en los últimos tiempos, el tenista de Manacor ya puede considerar su candidatura al título de Roland Garros en 2016 una realidad.

El título de Rafa Nadal en el Masters 1000 Montecarlo supone igualar los 28 Masters 1000 que posee Novak Djokovic, y situarse a una victoria del récord del argentino Guillermo Vilas en cuanto a torneos ganados sobre tierra batida (49). Supone recuperar parte de lo perdido ante el número uno del mundo y la oportunidad de alcanzar a una leyenda del tenis como Vilas.