Muere Nick Bollettieri a los 91 años, el gran entrenador de estrellas que creó 10 números uno

PorEurosport

Actualizado 05/12/2022 a las 12:26 GMT+1

Nicholas James Bollettieri, célebre entrenador estadounidense de tenis, ha muerto a los 91 años de edad, tal y como confirmó Tommy Haas en un post en redes sociales. Bollettieri forjó en su academia a diez números uno mundiales y otras grandes estrellas del circuito, siendo uno de los preparadores más reconocidos de la historia de este deporte.

Nick Bollettieri

Fuente de la imagen: Getty Images

Bollettieri fue reconocido como un pionero en el concepto de las academias de tecnificación de tenis, trabajando durante toda su carrera como entrenador a enseñar y crear grandes campeones como André Agassi, Jim Courier, Monica Seles, Mary Pierce y trabajando también con Boris Becker, Marcelo Ríos, Martina Hingis, Maria Sharapova o las hermanas Venus y Serena Williams.

Fue Tommy Haas, uno de sus pupilos, quien comunicó al mundo la noticia del fallecimiento de Nick Bollettieri a los 91 años de edad.

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En la dilatada carrera de Bollettieri como técnico y maestro de las grandes estrellas también se destaca su férrea disciplina y sus duros métodos, tal y como describe André Agassi en su autobiografía, refiriéndose al centro como un “campo de prisioneros”.

Se le conocía también por su carácter abierto y extravertido, y buen ejemplo de ello es que hace dos semanas, cuando corrió por las redes sociales el rumor de que había muerto, él mismo lo desmintió en Instagram al afirmar que "el perro viejo italiano" estaba "vivito y coleando".

Hijo de inmigrantes transalpinos, Bolletieri se graduó en Filosofía y estudio Derecho y sirvió en el ejército de Estados Unidos antes de comenzar a dar clases de tenis en un hotel en Puerto Rico. Una vez descubierta su vocación, abrió la academia que le hizo famoso y que condujo a la élite del tenis mundial a decenas de jugadores.

Aunque solo fue un jugador aficionado, como entrenador se le considera un revolucionario, capaz de sacar lo mejor de cada jugador, aun a costa de una exigencia máxima.