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Mutua Madrid Open, Carla Suárez-Elina Svitolina: Coraje canario (2-6, 7-6(3) y 6-4)

Cristian Maxedo

Actualizado 08/05/2018 a las 19:53 GMT+2

Carla Suárez superó a Elina Svitolina en la segunda ronda del Mutua Madrid Open en un partido épico donde la española supo sufrir para certificar una gran remontada (2-6, 7-6(3) y 6-4).

Carla Suarez

Fuente de la imagen: EFE

PERSONAJES:
Carla Suárez: Coraje, garra, pundonor y calidad. Estas fueron las armas de una Carla Suárez que supo sufrir como nadie para superar a la número cuatro del mundo en un partido donde siempre tocó remar en contra y que sacó adelante para meterse en tercera ronda del Mutua Madrid Open.
Elina Svitolina: Pegadora, jugadora de garra y con excelente porvenir. Ya es la número cuatro del mundo y en 2017, donde conquistó cinco títulos, optó al trono del circuito femenino. Solo su ímpetu, que la jugó una mala pasada en algunos momentos del partido, y verse enfrente de una jugadora con tanta garra, la hicieron volver a caer a las primeras de cambio en Madrid.
NUDO:
El partido se presumía ligeramente favorablemente para Svitolina, al menos por ranking y por sensaciones, pero enfrente estaba una Carla Suárez que además de su exquisito revés y su calidad tenística ahora está uniendo garra y un juego más agresivo como le demanda su nuevo entrenador Óscar Serrano.
En la primera manga la española comenzó bien, rompiendo el saque de su rival, algo nerviosa y poniéndose 2-0 arriba, pero de repente se vino abajo para ceder seis juegos consecutivos para una Svitolina crecida que cerraba el set 6-2.
El segundo parecía un calco del primero, pero Carla no se vino abajo y salvando dos bolas increíbles y gracias a su pundonor consiguió forzar el tie break, no sin antes sufrir una caída, para sacar ahí su mayor temple y mejor calidad.
En el tercero siguió tirando de garra ante una ucraniana que se lo jugaba al todo o nada con golpes profundo. Una pegadora de derecha y revés a dos manos que ponía en aprietos a una española que se sentía arropada por el público en Madrid que la levantó literalmente para cerrar el partido tras cinco bolas de partido y un último punto donde la española se cayó, pero su rival no lo aprovechó y acabó claudicando. Partido de deportividad exquisita entre dos tenistas que llegaban igualadas en su balance particular.
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