Australian Open 2017, Anastasija Sevastova-Garbiñe Muguruza: Un vendaval para soñar (4-6 y 2-6)

Anastasija Sevastova: Ni rastro de aquella jugadora letona que derrotó con brillantez a la española en el pasado US Open (7-5 y 6-4). Los dos primeros juegos que se apuntó al arranque del partido, fueron mero espejismo de lo que se iba a ver en los 14 siguientes.

Garbiñe Muguruza: Un vedaval. A cañonazos en la segunda manga, terminó de barrer a su rival de la pista y poner las cartas sobre la mesa, esas armas que la hicieron grande en las dos últimas temporadas donde llegó a ganar Roland Garros y ser finalista en Wimbledon. Con gran solidez desde el fondo de la pista y moviendo a Sevastova de un lado a otro, se mete en los octavos de final del Australian Open 2017 donde Sorana Cirstea le espera. Soñamos con ella.

Garbiñe Muguruza arrancó el set justo del modo opuesto a cómo lo había hecho en segunda ronda ante Samantha Crawford. Si entonces había ganado tres juegos en diez minutos, ante Sevastova cedió dos tras dos dobles faltas. Pese a ello se metió de nuevo en el partido para apuntarse los cinco siguientes parciales rompiendo el servicio a su rival en tres ocasiones consecutivas y asomarse al primer parcial. Su intermitencia pareció hacer resucitar a Sevastova por momentos, pero en su tercera bola de set culminó la remontada y cerró el set (4-6).

En la segunda manga se vio el vendaval Garbiñe Muguruza. Esa tormenta perfecta que hace que los españoles sueñen con ver a una compatriota hacer historia por primera vez en Melbourne. Cuatro juegos consecutivos en apenas 13 minutos la permitieron ponerse en clara ventaja y a partir de ahí, jugar con cabeza para meterse en octavos. Cirstea será su próximo rival en una parte del cuadro donde Kerber, que no está jugando su mejor tenis y Venus Williams o Kuznetsova, podrían dar con la española en la gran final. Veremos si sus molestias y su cabeza, se lo permite. Por juego debería ser así.

NUESTRA OPINIÓN: Garbiñe Muguruza ha demostrado que su tenis no tiene techo y mientras le respeten las molestias en el aductor y su cabeza la mantengan fría, tiene juego suficiente para seguir haciéndonos soñar en Australia.