Open de Australia 2020, Svitolina-Muguruza: Está de vuelta (1-6 y 2-6)

Garbiñe Muguruza. Necesitaba como agua de mayo un partido así, contra una de las mejores jugadoras del ranking WTA y en una pista central como la Rod Laver. La caraqueña volvió a demostrar toda su contundencia y no tuvo piedad de una Svitolina que no esperaba encontrarse a una rival tan arrolladora al otro lado de la pista.

Elina Svitolina. Pagó caro el hecho de que Muguruza no fuera cabeza de serie en este torneo. La de Odessa se encontró una rival herida en su orgullo y con ganas de recuperar el terreno perdido en el circuito en los dos últimos años. Svitolina entró fría al partido y cuando se dio cuenta había cedido el primer set de forma fulgurante. Fue imposible para ella remontar esa situación y se suma a la lista de grandes candidatas al título que ya ven el Open de Australia desde la lejanía.

Garbiñe Muguruza regresó por todo lo alto al primer plano de la actualidad tenística femenina. La hispanovenezolana necesitaba un partido así, con todos los focos y las cámaras de la Rod Laver, ante una Elina Svitolina asentada en el top 10 de la WTA y sin rastro del proceso vírico que la lastró en Hobart y en la primera ronda del Open de Australia 2020. Conchita Martínez puede estar satisfecha, pues la resurrección deportiva de Muguruza se está desarrollando con más rapidez de la esperada.

Quien se haya despistado en la mañana española del sábado se perdió el torrente tenístico de Muguruza. Su violencia en cada raquetazo fue demasiado para una Svitolina que entró con mayor relajación de la habitual, sin prever lo que estaba por venirle encima. Golpe a golpe, punto a punto, la resistencia de la ucraniana fue inexistente en una primera manga que sólo duró 23 minutos, un visto y no visto que empezó a alertar a las supervivientes del cuadro femenino de lo que pueden esperar de Garbiñe al mismo tiempo que puso a Svitolina en la puerta de salida del torneo.

Svitolina tenía que reaccionar de forma urgente, pero no encontraba la manera de hacer daño a una Muguruza que estaba cada vez más afilada con su saque, sumando golpes ganadores de todos los colores. Garbiñe siguió su guion sin atender ni esperar a su rival, y en el cuarto juego del segundo set volvió a quebrarle el saque. Desde el box¸ Conchita asistía a la exhibición de su pupila con seriedad y concentración, buscando aún puntos a mejorar en su tenis. Esta vez no necesitaba arengarla, el animal competitivo que siempre habitó en su interior estaba despierto y a pleno rendimiento.

La mirada apurada de Svitolina antes de cada resto y su caminar cabizbajo tras cada punto fueron la mejor imagen de lo que fue el partido. Muguruza enfila de nuevo la segunda semana de un major, y la ausencia de varias grandes (a su rival de hoy cabe añadir los KO de Naomi Osaka o Karolina Pliskova) sitúa a la española en la lista de firmes candidatas a buscar un objetivo aún mayor. Se podría hablar de sorpresa, ya que Muguruza había perdido su condición de cabeza de serie antes de este Open de Australia, pero es aún más apropiado hablar de anhelo, pues el tenis español sabía que tenía que llegar el momento en el que Garbiñe volviera. Está de vuelta, y con ganas de recuperar el tiempo perdido.