Open de Australia 2016, Ferrer-Hewitt: David despide a un auténtico mito (6-2 , 6-4 y 6-4)

David Ferrer: Cumplió con creces. Estuvo en su papel. Serio y decidido. Y fue dueño del partido de principio a fin. Si hay un jugador que admira en el circuito ATP el tenista de Jávea ese es Lleyton Hewitt. Su camadería al acabar el partido sobre la red les delató y mostró que este también fue un partido muy especial para David Ferrer. El tenista australiano es el único jugador de la ATP del que tiene una camiseta firmada.

Lleyton Hewitt: La Rod Laver se puso en pie para ovacionar al héroe local de los últimos tres lustros. A un jugador que representa el fin de toda una generación. De Agassi. De Roddick. De Sampras. Deja el tenis un jugador de mirada colérica y aire furibundo. Quizá no fue su partido ante David Ferrer el mejor de los escenarios para decir adiós: ya que nunca tuvo opciones de victoria. Pero solo su presencia en la pista fue una delicia.

Dos roturas firmó David Ferrer en el primer set del partido. Un set donde solo hubo un jugador en la pista y donde el segundo saque de Lleyton Hewitt fue un auténtico agujero por donde el tenista español desarboló el tenis de su rival. El jugador australiano tuvo un 18% de éxito con su segundo saque (2/11). Una estadística que le condenó en la primera manga.

Pudo haber cambiado la historia del partido. Siete bolas de break levantó David Ferrer en el séptimo juego del segundo set para evitar lo que podría haber sido el punto de inflexión de una gran remontada. Pero el tenista de Jávea salió vivo de la situación para acabar llevándose una segunda manga que se fue más allá de la hora de juego.

Lleyton Hewitt tuvo que recibir atención médica antes del arranque de la tercera manga. Con el partido ya decantado claramente a favor de David Ferrer, el tenista australiano no cejó un ápice en la lucha. Sus “come on” y sus puños al aire siguieron encendido a la Rod Laver Arena, pero el duelo ya estaba en manos del jugador español que cerró el partido con comodidad para despedir a un mito entre los aplausos rabiosos de una grada entregada.

NUESTRA OPINIÓN: Será un partido que muchos amantes del tenis retendrán en sus retinas. Un duelo cargado de nostalgia en el que Lleyton Hewitt se despidió definitivamente de las pistas. Lo hizo luchando. Con pundonor y entrega ante un jugador que bien podría ser su alter ego en las antípodas españolas. Que te vaya bonito.