Australian Open 2017, Andy Murray-Illya Marchenko: Más escalada que paseo (7-5, 7-6 y 6-2)

Andy Murray. El número uno del mundo tiene muchas cuentas pendientes con Melbourne, concretamente cinco, el número de finales del Open de Australia que ha perdido en el pasado. En 2017 llega por primera vez como el gran referente del circuito masculino y quiere empezar a dejar huella para conquistar por fin el primer major del año. Frente a Marchenko tuvo que sudar más de lo esperado, eso sí.

Illya Marchenko. A punto de entrar en la treintena, a Marchenko se le recuerdan pocas tardes de gloria en la ATP. En esta primera ronda en Australia le dio varios dolores de cabeza a Murray, tarea ya de por sí laudable, pero su estilo a tumba abierta estaba abocado al fracaso en cuando despertara a la bestia, cosa que sucedió tras llegar al tie break en el segundo set. Ahí se escaparon todas sus oportunidades de protagonizar la gesta del año.

No había muchos guiones en los que apareciera la figura de Illya Marchenko como una capaz de complicarle la tarde a Andy Murray en su puesta de largo en el Open de Australia 2017, pero hubo alguien que sí confiaba en las escasas posibilidades del ucraniano, y ese alguien no es otro que él mismo. Marchenko saltó a la pista sin complejos, rompiéndole el saque al escocés sin mirar qué número ocupaba cada uno en la clasificación mundial y esperando que Murray entrara en combustión. La táctica parecía la adecuada, pero Murray supo aguantar con madurez los embates de su rival y sin apenas tensiones lo supo poner en su sitio en cada momento clave.

Así se desarrolló el primer set hasta terminar con el 7-5 favorable al actual número uno. El segundo set fue aún más lejos, pues Marchenko alcanzó el tie break, pero nuevamente no pudo certificar su buen juego y su valentía en un momento clave de la eliminatoria. Con dos sets por debajo, entonces sí, Marchenko se rindió y admitió la enorme superioridad de Murray, que por fin pudo soltarse y disfrutar de una manga plácida en la que el 6-2 fue su pasaporte definitivo hacia una segunda ronda en la que posiblemente no encuentre tantos problemas en Rublev como los vividos con el osado ucraniano que le tocó en suerte para empezar.

Australia ha sido una plaza muy desagradecida para Andy Murray históricamente -no su afición, que reconoce su calidad y lo apoya como uno de los grandes que es-, y no va a serlo menos en 2017 por mucho que Murray luzca el número uno. Al escocés nadie le ha regalado el camino hacia sus cinco finales anteriores, y si quiere repetir una sexta tiene que contar con los marchenkos que se le cruzarán por el camino, jugadores sin nada que perder y hambrientos de empezar la temporada con una victoria de postín que los catapulte mediáticamente.